En "Una historia de violencia", David Cronenberg se marcó una escena de alto voltaje erótico que, desde el primer momento, pasó a formar parte de cualquier top ten de escenas sexuales en el cine. Para algunos era una escena totalmente gratuita, pero otros consideramos que es una escena necesaria para comprender la psicología de unos personajes en los que la violencia interior sale de esta manera en forma de desesperación. Los protagonistas son aquí un matrimonio de clase media que, muy lejos de la monotonía, excitan a la platea con dos escenas con la misma pasión pero distinto significado.
Ya en una de las primeras escenas vemos a la cuarentona sexy Maria Bello insinuarse frente a su marido, interpretado por Viggo Mortensen, con un morboso traje de animadora con el que le hace rememorar la pasión adolescente en una escena caliente, pero dulce.
Todo es diferente con la escena más recordada de la película en la que después de una bronca marital de decibelios elevados los dos acaban polinizando desesperadamente, como animales, en las escaleras de su casa. Y es que si en la primera escena el matrimonio hace el amor, en esta segunda follan. Esta es la diferencia con la que David Cronenberg señala la diferencia pasional de un matrimonio que responde con violencia, también sexual, cuando el entorno se vuelve turbulento y oscuro. Y es que la violencia, también la de este tipo, es la premisa de la película.
La relación entre sexo y violencia se refleja aquí como instintos primarios de nuestra personalidad, inherentes a nosotros y de los que no podemos sustraernos. Aquí las dos escenas de sexo, justificadas y poco efectistas, nos adentran en la espiral en la que Tom Stall se introduce cuando la violencia vuelve a tocar su puerta después de un pasado que le interesa olvidar.
La escena es impresionante, desde luego. A mí la película me dejó un poco fría, pero esta escena no, je, je
Badtaste
14 años atrás
A mi encantó la peli y Viggo Mortensen, eso si... mucho mejor HISTORIAS DEL ESTE!! La lucha en el baño turco es antológica
auster
14 años atrás
La escena de Maria Bello vestida de animadora nunca me ha llegado a convencer, y eso que tiene los ingredientes para gustarme estéticamente.
La de la escalera es de las que se quedan grabadas en la retina.
Con espíritu de fábula y atmósfera de realismo mágico Alice Rohrwacher es una de las directoras que mejor ha casado el característico neorrealismo italiano que creó escuela en una época con la fascinación por la tierra, la tradición, la música, el baile y el amor. “La quimera” no hace más que asentar un sello propio tan soñador y necesario como inconfundible e imprescindible. A sus 43 años Alice Rohrwacher ofrece una estética definitoria no carente de existencialismo, humanidad y sensibilidad conectando al hombre con la naturaleza así como con el arte como nexo de unión y de razón de ser entre el pasado y el presente, entre la vida y la muerte.
El próximo estreno de “Los buenos profesores” sigue con la tradición del cine de francés de enfocarse en el mundo de los educadores que se justifica en el hecho de que en el país galo el séptimo arte y el sistema educativo han estado íntimamente ligados desde el final de la Segunda Guerra Mundial. El cine fue considerado un escaparate para mostrar los horrores de un conflicto que no se quería volver a repetir. Las películas se convirtieron en una herramienta idónea para la educación popular a la que podían tener acceso desde cualquier estrato social, incluidos los más desfavorecidos, curiosamente aquellos a los que el gran estado francés está dejando de lado. Eso es lo que vienen señalando los directores franceses desde hace varias décadas.
Francis Ford Coppola está de actualidad, por un lado ha sufrido la pérdida de su esposa y colaboradora Eleanor, que en “Corazones en las tinieblas” documentó esa locura que fue el rodaje de “Apocalypse Now”, y por el otro ha sido seleccionado para competir en Cannes con “Megalópolis”, una película tan arriesgada que nadie quiere estrenar. Su presencia en el certamen más importante del mundo coincide con los 50 años de su Palma de Oro con “La conversación”. A dicha película le dedicamos nuestros clásicos y joyas de la semana.
* A los 87 años ha fallecido Eleanor Coppola, matriarca del clan y esposa fiel de Francis Ford Coppola que, además de apoyo y colaboración, fue la que mejor ha retratado al mundo la personalidad del cineasta. Fue gracias, entre otras cosas, al documental “Corazones en tinieblas” (1991), donde mostró todo lo que supuso, con su presencia “in situ”, el rodaje de “Apocalypse Now” (1979). También lo haría en el libro autobiográfico “Notas sobre una vida” publicado en 2009.
La escena es impresionante, desde luego. A mí la película me dejó un poco fría, pero esta escena no, je, je
A mi encantó la peli y Viggo Mortensen, eso si... mucho mejor HISTORIAS DEL ESTE!! La lucha en el baño turco es antológica
La escena de Maria Bello vestida de animadora nunca me ha llegado a convencer, y eso que tiene los ingredientes para gustarme estéticamente.
La de la escalera es de las que se quedan grabadas en la retina.