"Agnosia"

La web oficial en español se abre con la protagonista y con misterio. Galería, videos, descargas, personajes y el trailer en alta definición acompañan a los contenidos habituales.

El argumento: Joana Prats sufre agnosia, una extraña enfermedad neuropsicológica que afecta a su percepción. Aunque sus ojos y sus oídos están en perfectas condiciones, su mente no interpreta bien los estímulos que recibe a través de ellos. Única conocedora de un secreto industrial guardado por su padre, la enigmática joven será víctima de un siniestro plan urdido para extraerle esa valiosa información aprovechando su confusión sensorial. Durante el complot, dos personajes cercanos a ella jugarán un papel crucial: Carles, prometido de Joana y mano derecha de su padre, y Vicent, un joven e impulsivo criado de la mansión Prats.

No conviene ver: “Agnosia” es una película fallida porque lo que parte de un título y argumento interesante acaba convertido en un topicazo de género para la sobremesa. Lo mejor es la fotografía pero la agnosia (alteración de la percepción que incapacita a alguien para reconocer personas, objetos o sensaciones que antes le eran familiares) se compara con una miopía para potenciar el triángulo amoroso y eso le quita todo rigor científico. La banda sonora da risa porque le da un carácter épico y de batalla cuando hay intimismo, oscuridad y sobriedad. No encaja para nada. Una pena porque tenía buena pinta esta historia en la Barcelona del siglo XIX. Ha habido medios pero no se han sabido aprovechar habiendo mucho cartón-piedra. Barbara Goenaga es la mejor del trío protagonista (en un trabajo correcto) pero Eduardo Noriega está imposible más encima si tiene que lucir más sus dotes interpretativas que las físicas. Una mezcolanza con poco fruto y en la que se ven las costuras en las que flojea. Una fallida historia que ni es verosímil, ni entretiene ni te hace pasar una experiencia de tensión.

Conviene saber: Segunda cinta de Eugenio Mira, con un guión de Antonio Trashorras, tras la experimental “The birthday”.

La crítica le da un CUATRO