"Odio (Una serie de la comisaría del Distrito 87)"

"Odio (Una serie de la comisaría del Distrito 87)"

1 Sarcofago2 Sarcofagos3 Sarcofagos4 Sarcofagos5 Sarcofagos (2 votos, media: 3,50 de 5)
Cargando...

Deja tu comentario >>

"El trabajo policial es como una corrida de toros. Siempre hay una arena, un toro, y siempre un matador y picadores y monosabios, y siempre, también, la música del pasodoble, la trompeta inaugural que toca la Virgen de la Macarena, la música ritual completa, anunciando las diversas etapas de un enfrentamiento que no acaba de serlo del todo. Normalmente el toro muere, pero sólo cuando se trata de un toro excepcionalmente bravo se le perdona la vida, aunque en la mayoría de los casos muere. No existe nada de auténtico deporte porque el desenlace queda asegurado antes de que empiece el falso combate. El toro morirá. Desde luego, hay ciertas sorpresas dentro del marco de la ceremonia sacrificial —un matador quedará cubierto de sangre, un toro saltará la barrera— pero el esquema permanece establecido e invariable, el clásico ritual de la sangre. Lo mismo ocurre con el trabajo policial. Están todos profundamente comprometidos con el clásico ritual de la sangre". Esto piensa el hombre que inventó la novela policiaca centrada en el mundo de las comisarías.

Título: "Odio (Una serie de la comisaría del Distrito 87)"

Autor: Ed McBain

Editorial: RBA

Steve Bocchio o David Simon, creadores de "Canción triste de Hill Street" y "The Wire", están abiertamente inspirados por la saga de Ed McBain situada en el Distrito 87 de una Nueva York disfrazada. McBain despojó de un plumazo a la novela negra de protagonista a mediados de los años 50. Mejor explicado, acabó con los detectives y policías convencionales, esos que hasta aquel momento lo mismo besaban a la protagonista que la abofeteaban.

A cambio un equipo, un grupo de policías, Steve Carella, Cotton Hawes, Meyer Meyer, Bert Kling, que acabarán siendo familiares a miles de lectores. Todos con carácter propio, manías, problemas personales, tics, limitaciones y desgracias. La recreación del ambiente de esa comisaría es impecable y de una brevedad concisa que dejan en la memoria la sensación de gran ritmo, superior al que en realidad se dedica a la acción pura y dura.

Sus novelas son cortas, realistas, y a menudo no nos permiten mucho más que acompañar a los protagonistas que investigan, cometen errores y soportan tensiones con las que es fácil identificarse. Sus criminales y psicópatas son de todo menos vulgares, y McBain parece apreciarlos como revulsivo contra el maniqueísmo, el conformismo y la iniquidad. Por eso les dota de una inteligencia real y la humanidad necesaria para que ambos bandos, polis y malvados, dispongan de amor y humor, odio y ternura, y sufrimiento.

En 1956 publica esta primera novela (cuyo título "Cop hater" aquí se tradujo por "Odio") y en el mismo año, otras dos de los mismos personajes y firmadas con el mismo seudónimo. Salvatore Lombino es su nombre pero lo negó por estar convencido de que no se podían vender novelas sin un nombre anglosajón y no os aburro con la cantidad de seudónimos usados por Salvatore para libros, sagas, colecciones y lo que se os pueda pasar por la cabeza, como películas del más puro cine policiaco, antes de llamarse negro a casi todo, como "Semilla de maldad", protagonizada por Glenn Ford; "Un extraño en mi vida", con Kirk Douglas y Kim Novak; o "El turbulento Distrito 87" con Burt Reynolds, Yul Brynner y Raquel Welch.

Si no conocéis aún a McBain, es un placer para cualquier aficionado al género y a la buena literatura.

Carlos López-Tapia

¿Compartes?:
  • email
  • PDF
  • Print
  • RSS
  • Meneame
  • del.icio.us
  • Facebook
  • Google Bookmarks
  • Twitter
  • FriendFeed
  • LinkedIn

Comentarios

Suscríbete
Notificar
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
0
Me encantaría conocer tu opinión, comenta.x
()
x