Recordando clásicos: "Lo que el viento se llevó" (1939), el cine como gran evento atemporal

Recordando clásicos: "Lo que el viento se llevó" (1939), el cine como gran evento atemporal

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Querido Teo:

Hoy voy a hablaros de un filme incombustible, que reúne todos los elementos para hacer vibrar al público de cualquier época. En él encontraréis un conflicto bélico como la Guerra de Secesión norteamericana, un personaje femenino fuerte que no necesita que lo rescaten y todo el lujo del Hollywood clásico captado en su rodaje en technicolor. Hablamos por supuesto de "Lo que el viento se llevó" (1939).

El primer responsable de este título fue David O. Selznick, mítico productor de la era dorada de Hollywood que se movió con soltura por la Metro-Goldwyn-Mayer, la Paramount Pictures y la RKO antes de fundar su propia compañía, la Selznick International Pictures. O. Selznick era un cazatalentos nato, que descubrió a figuras como Fred Astaire, trajo a Estados Unidos a Alfred Hitchcock y siguió importando talento británico para "Lo que el viento se llevó". Él fue quien compró los derechos de la novela de Margaret Mitchell por la desorbitada cifra de 50.000 dólares de la época.

El pilar fundamental de "Lo que el viento se llevó" era su protagonista, había que encontrar a la Escarlata O'Hara perfecta, porque de ella dependía el éxito o el fracaso de una producción millonaria. O. Selznick tuvo olfato para convertir el casting de Escarlata en una auténtica campaña publicitaria. Buscaba una actriz desconocida, que el público no asociase a otros personajes y puso en marcha pruebas multitudinarias en las que participaron más de 1.400 mujeres.

Los rechazos más sonados fueron los de divas de la época como Bette Davis, Katharine Hepburn, Lana Turner, Paulette Goddard… una a una iban cayéndose del proyecto. De hecho la película comenzó a rodarse sin protagonista femenina y fue durante la filmación del incendio de Atlanta cuando el productor conoció a Vivien Leigh. Tras un casting que había hecho correr ríos de tinta, la elección de una británica para interpretar a la fogosa sureña fue criticada en varios medios, que pronosticaron el pinchazo del proyecto. No podían estar más equivocados porque, una vez en pantalla, Vivien Leigh puede considerarse uno de los mayores aciertos de casting del cine.

La clave del idilio que "Lo que el viento se llevó" mantiene con el público es que no hay buenos ni malos, sino personajes muy humanos que tienen que enfrentarse a una guerra y reinventarse para salir a flote. Sus protagonistas se van dibujando en esta historia de amor entre Escarlata O'Hara y Ashley Wilkes (Leslie Howard). La omnipresente Escarlata es caprichosa y egoísta y durante su periplo de adolescente a mujer a menudo camina pisando la línea que la convertiría en la villana de la función. Sin embargo Vivien Leigh logra hacerla tan humana, tan real, que nunca pierde la simpatía del público.

Olivia de Havilland tampoco lo tuvo fácil para encarnar a Melania Hamilton, algo así como la némesis virtuosa de Escarlata. Con su inquebrantable fe en la protagonista, se convierte en el único faro de bondad que vais a encontrar en el metraje. Y Clark Gable da vida a Rhett Butler, un buscavidas cínico y pragmático, que bien podría ser la versión masculina de Escarlata. Él representa lo opuesto al honorable y pusilánime Ashley Wilkes, así que no tenían más opción que vivir una historia de amor/odio.

La banda sonora del austriaco Max Steiner es otra protagonista más de la película, que contribuye a fijar los momentos memorables del filme en la mente del espectador. En "Lo que el viento se llevó" todo fueron cifras de récord. Dos años de preproducción. Un rodaje que costó cuatro millones de dólares. Se convirtió en la película más taquillera de la historia. Fue nominada a 13 Oscar de los que ganó 10. Una de las estatuillas fue a parar por primera vez a manos de una actriz negra, Hattie McDaniel por su papel de Mammy.

Tuvo tres directores, George Cukor (que fue fulminantemente despedido), Victor Fleming y Sam Wood que lo sustituyó una temporada. Y para el estreno no iban a hacer una fiestecilla. Se estrenó el 15 de diciembre de 1939 en Atlanta, donde se declaró día festivo y los actores fueron recibidos con un baño de masas, recepción en el aeropuerto, desfile de carruajes, etc.. Hay que puntualizar que los honores fueron para los actores blancos, porque en Georgia aún imperaba la segregación racial.

En definitiva, "Lo que el viento se llevó" es uno de los grandes clásicos de la historia del cine y merece conservar su lugar de honor libre de polémicas. Y nada más por hoy, sólo recordaros que siempre es un acierto revisar los clásicos y si lo hacéis a lo grande con una película que ya ha cumplido más de ochenta años, pues mejor.

Mónica Balboa (https://cineenunminuto.com/

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