"Roma soy yo. La verdadera historia de Julio César"

"Roma soy yo. La verdadera historia de Julio César"

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Las películas y series protagonizadas en todo o en parte por el personaje más popular de la Roma clásica superan el medio centenar. César ha vivido y muerto en pantalla más que cualquier otro personaje después de Jesucristo. Los lectores de Santiago Posteguillo esperábamos al personaje romano por excelencia, a Julio César. Pues ya está aquí, con la promesa de continuar una serie sobre la persona que encarna el final del primer sistema republicano, desgastado por el privilegio y el abuso, para dar pie a un imperio que duraría en su conjunto desde el siglo I a. C. hasta la caída de Constantinopla, reafirmando el sistema monárquico que pervive hasta hoy.

Título: "Roma soy yo. La verdadera historia de Julio César"

Autor: Santiago Posteguillo

Editorial: Ediciones B

Con las licencias habituales en las novelas de ambiente romano, saludos puño al pecho a lo péplum hollywoodiense, profusión de cuadrigas, vino tomado con más frecuencia y menos parafernalia de lo que cabe deducir, ventanas improbables en domus, y la moralidad adaptada en la medida necesaria para permitirnos identificarnos.... Posteguillo mantiene todas sus buenas cualidades de narrador, dosificando ritmo, suspendiendo la acción en el momento oportuno, dotando a los personajes de lo necesario para soportar bien el entramado de acción, crímenes, abusos o nobleza.

El libro entra en una parte oscura de la historia porque apenas se sabe nada de César hasta que se convierte en veinteañero. Eso permite a Posteguillo desarrollar tramas, relaciones y momentos tan brillantes como el juicio contra un gobernador corrupto, hecho cierto, donde César se revela como un fiscal digno de Cicerón, y nos ofrece una mirada sobre el sistema jurídico romano, que en buena medida hemos heredado.

Las analepsis, que hoy todos conocemos como flashbacks, son constantes, son el recurso para cubrir el periodo que comienza con la guerra que terminó con el ejército de "bárbaros" que los historiadores romanos cuentan como la mayor amenaza desde Aníbal. Lo ocurrido en Aix-en-Provence ha sido un desafío y un disfrute para escritores durante más de un siglo, y Posteguillo lo supera muy bien, con emoción y detalles, del que tampoco extraña el habitual exceso de protagonismo dado a la caballería, un cuerpo que sólo se empleaba para romper líneas lanzándose sin demasiadas posibilidades de maniobra, ya que ni el estribo ni la silla de montar con pomo existían… por más que en "Gladiator" veamos romanos manejando caballos como si fueran rejoneadores de Jerez.

Los cuerpos de caballería sólo han jugado papeles importantes en batallas campales cuando se han usado como transporte rápido para arqueros, ejércitos chinos y persas en particular. Incluso los populares catafractos no eran otra cosa que una masa de metal lanzada contra la infantería como una apisonadora y, como las modernas, con poca capacidad de maniobra. El prestigio de ese cuerpo de ejército no se basa en su eficacia real, sino en su movilidad y el sentido de nobleza adjudicado a sus miembros. Las imágenes literarias de caballos en batalla pisoteando enemigos no es muy realista, en animales que por instinto evitan pisar personas, y no tenemos la menor referencia histórica de que fueran entrenados para hacerlo.

Lo histórico es que aquel enfrentamiento confirmó a un romano sin pedigrí como fue Cayo Mario, tío de César, como la persona más poderosa de su siglo, el elegido más veces cónsul de Roma, poseedor de las minas de los Mons Mariani en Hispania, de donde salía el metal para la moneda común del imperio, y que de Mariani pasó a Morena.

La aventura que nos regala Posteguillo va y viene para alcanzar por fin a un Julio César en la veintena, cuando comienza a saberse de él algo más y empieza a destacar, camino de convertirse en líder de los "populares", enfrentados con los senadores conservadores.

Posteguillo se suma en buena posición a los muchos escritores inspirados por la biografía de César, comenzando por Colleen McCullough, cuya serie romana es lo mejor publicado hasta hoy en mi opinión, siguiendo con muchos otros como Steven Saylor, Rex Warner o la publicación, también reciente, de la serie sobre la familia de César escrita por el historiador italiano Andrea Frediani, que se inicia con "La sombra de Julio César". La retahíla de nombres sería larguísima y basta con asomarse a un buscador tras el tema para comprender que casi se podría crear una cátedra.

Los aficionados a Roma y sus historias, tenemos suerte con tener a Posteguillo. Para los que no le hayáis leído todavía, este es un buen comienzo porque es fácil dejarse atrapar.

Carlos López-Tapia

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