Del Diario del Director

 

 A PROPÓSITO DE GIANCARLO

 “Hay algo en la pena que aflige a Giancarlo Lacovoni y por consiguiente a toda su inocente familia que nos parece representativo de un malestar más amplio, que atañe a los italianos en general. Aquel pueblo empobrecido tras la Segunda Guerra Mundial que había conmovido al mundo con las películas neorrealistas contando la lucha por la supervivencia y por la defensa de la propia dignidad, una vez alcanzado el bienestar parece haberse transformado en una especie de amplia platea televisiva donde cada uno espía con envidia las presuntas fortunas de los demás y, en su pequeño entorno, espera su propio turno para exhibirse bajo los focos.” CATERINA Y SU PESADUMBRE QUE NI SUBE NI BAJA... “Una vez más tengo la sensación de hacer una película sobre el sentido de despropósito que sufre un personaje provinciano con respecto a alguien más privilegiado y donde al mismo tiempo, a pesar del dolor lacerante de la exclusión, el héroe protagonista parece desenvolverse y mirar al futuro con confianza y por el contrario el más infeliz y desafortunado parece ser justamente el privilegiado, el rico, el consentido. En efecto Caterina parece estar dotada de recursos secretos propios, que a pesar de la apariencia de torpeza y fragilidad, hacen de ella un ser muy fuerte. Mientras que, por el contrario, Daniela y Margherita parecen esconder tras toda su petulancia un vacío de afecto y de equilibrio, una real y verdadera desesperación.” DERECHA E IZQUIERDA “El otro día decíamos en broma que si tuviéramos la cara dura de dibujar metáforas, Caterina sería la Italia de estos años, apabullada por una Izquierda altiva y deprimida por el sentido de derrota, y al mismo tiempo seducida y luego enmarañada por una Nueva Derecha festejera, vulgar e infeliz. No sé si es del todo así, ciertamente la cuestión en la realidad es mucho más compleja, pero quizás el desconcierto de Caterina con respecto a esos dos universos distintos y contrapuestos se parece al de muchos italianos ante la soledad de la urna electoral. Como viejo encariñado a una izquierda de matiz popular, plena de esperanza y no catastrofista, espero que en las próximas votaciones las Caterinas de Italia se topen con Margheritas menos chantajistas, y quizás con Danielas más equilibradas y democráticas.” PADRES, MADRES E HIJOS “Me hace notar Cecilia (Zanuso, montadora de la película NdR) que también en esta nueva historia que contamos, la familia parece ser la fuente de todo revés. Hay chicos y chicas abandonados a sí mismos por madres y padres débiles o distraídos, o bien, obsesionados por un padre como Giancarlo, empalagosamente presentes. Y si hay un momento de inesperada liberación y de esperanza, éste aparece en la tragedia, cuando la familia tradicional se disuelve y deja su puesto a una cosa distinta, más espontánea y reconfortante.” ILUSTRAR A LA GRAN CIUDAD “He pedido a Catinari, (director de fotografía de la película) que en esta ocasión rodara muchos totales en el exterior, donde se distingan con precisión los distintos ámbitos de la Roma que estamos contando y que creara en los interiores de las casas, en particular la casa de la familia Iacovoni, y especialmente en las escenas cómicas, una luz triste de estilo novela trágica sueca. He rogado a Tonino Zera que desplegase toda su experiencia como director artístico romano y que mirara mil veces “La dolce vita”. Él ha recuperado, para la escena de la fiesta en casa de Giorgia, el mismo enorme pie de mármol que en la película de Fellini decoraba la villa de los aristócratas. He recomendado a la diseñadora de vestuario, la señora Pontiggia que se documentara minuciosamente sobre los diferentes looks de las tribus de los treceañeros: ha ido a fotografiar chicas de un colegio de ESO y como ejemplo para el look de “zecca” me ha traído entusiasmada la foto de… ¡mi hija Ottavia!