Capítulo IV.

 

SON PERSONAS DISTINTAS, CON CARRERAS DISTINTAS.

 

El director Ron Howard tenía una cara muy conocida. Se le había visto a menudo en televisión, como actor infantil, en distintos programas que culminaron en su personaje más popular, el simpático adolescente Ritchie Cunningham en HappyDays. Guando la serie terminó en 1980 después de seis años en antena, Howard se puso detrás de la cámara, dirigiendo algunos films de éxito como 1,2, 3...Splash, Cocoon y Dulce hogar..., ¡aveces! Su sonrisa seguía siendo la misma, pero había tenido que esconder la pérdida de su famoso pelo pelirrojo bajo una gorra de béisbol. Howard había abordado a Tom Cruise allá por 1988, porque quería rodar una película titulada Irish Story ("Una historia irlandesa"). Otros proyectos tuvieron prioridad para ambos y el guión no llegó a la oficina del actor hasta 1989. El momento fue adecuado para Tom 18 meses más tarde, ya que estaba buscando un sólido romance para contrarrestar sus habituales papeles de "tipo duro". ¿Y quién mejor para interpretar a su pareja en la película que su mujer? Howard admite que, en aquel momento, ignoraba totalmente la existencia de Nicole, pero, tras algo de persuasión, aceptó seleccionarla para el papel. Ciertamente, ayudaría al éxito de la película tener el interés de los medios en la reciente pareja. Los Cruise firmaron un contrato de 8 millones de libras con la Universal en marzo de 1991. Llegaron a Irlanda ese verano para empaparse de la cultura local antes de empezar a rodar. Durante ese tiempo, el nombre del film cambió muchas veces, del Irish Story, a Sure as the Moony y a Distant Shores, antes de que decidieran el título final: Farand Away, traducido en español como Un horizonte muy lejano. Con un presupuesto estimado en torno a los 6o millones de dólares, Un horizonte muy lejano suponía un gran compromiso para las dos estrellas y era, de lejos, el proyecto más ambicioso de Ron Howard hasta ese momento. Los seis meses aproximados de rodaje tendrían lugar en Gounty Kerry, en el suroeste de Irlanda, California y Montana. En Irlanda, Tom y Nicole estuvieron al principio cómodamente instalados en la suite nupcial del Westbury Hotel; luego en una suite en el ático del Berkeley Court Hotel de Dublín. Finalmente, ocuparon una pequeña casa junto al pueblo de Ventry, donde transcurre la primera mitad de la película. Era un pequeño grupo de casitas de piedra construido en un recóndito paraje, y la localización era especialmente significativa para Nicole, que más tarde recalcó: "Rodamos Un horizonte muy lejano en la ciudad de la que procedían mis tatarabuelos". Durante su estancia en Irlanda, los recién casados se aplicaron en seguir el intenso programa. Empezaban a filmar puntualmente a las nueve de la mañana y, a veces, no terminaban hasta las once de la noche. Adoptando en todo lo posible la forma de vida irlandesa, Tom y Nicole estaban extasiados con los pintorescos parajes y se convirtieron en habituales del pub Paidi O'Se. Por un tiempo, estuvieron incluso considerando comprarse una casa cerca de Dingle, sin embargo la amenaza vigente de ataques del grupo terrorista IRA, que había provocado que Tom contratara los servicios de tres fornidos guardaespaldas, les hizo pensarse dos veces vivir en Irlanda. Previsiblemente, la presencia de la famosa pareja atrajo a continuas oleadas de fans, que aprovechaban cualquier oportunidad para invadir el escenario en busca de autógrafos. Enormes pantallas protegían el plato en Dublín y se había construido apresuradamente un muro de 2,5 m para ocultar el rodaje de Kilruddery House, en County Wicklow. Sin embargo, los fotógrafos sensacionalistas hicieron todo lo posible para tomar una foto exclusiva de la pareja trabajando, y uno de ellos intentó incluso colarse dentro de su caravana. No tuvo éxito; sin duda, de haber conseguido entrar, habría quedado impresionado con el alojamiento provisional de 750.000 dólares del que disfrutaban, con suelo de mármol, todos sus muebles, cocina y un enorme dormitorio completo, con televisión satélite. Una de las razones de que los Cruise parecieran objetivos legítimos para la prensa era el rumor de que Nicole estaba embarazada de dos meses. El Daily Mail informó alegremente de que le habría dado a Tom la buena nueva preguntándole: "¿Qué quieres para el día del padre, papaíto?" Tom, cuya fertilidad continuaba bajo sospecha, habría comentado que "¡Es un milagro! ¡Está embarazada y he sido yo! Voy a ser padre. Hollywood puede quedarse con el Osear [refiriéndose a su nominación por Nacido el 4 de julio]. El único premio que realmente me importa es tener un hijo." La noticia quedó sin confirmar por su relaciones públicas y no hubo embarazo. De vuelta al plato, Tom y Nicole meditaban con cuidado cómo podían trabajar juntos con tranquilidad. Obviamente, tenían a su favor la experiencia en Días de trueno, pero entonces estaban sólo enamorados y ahora su relación había cambiado. La perspectiva de vérselas con una pareja casada, en la que cada uno tenía un marcado carácter, quizá debería haber intimidado al director. Nicole comentó: "Tenía ideas que pensaba que eran correctas al cien por cien y Tom tenía ideas que pensaba que eran correctas al cien por cien y aquí es donde entraba Ron Howard. Fue estupendo tener a Ron, porque él está casado, está casado desde hace mucho más tiempo que nosotros, así que sabe cómo funciona. Al principio nos dijo: 'No quiero que estéis yendo el uno al otro y dirigiéndoos, si tienes una idea para Tom, cuéntamela y yo se la contaré a Tom, y viceversa.' Esto estableció una relación de trabajo muy buena porque teníamos que incluir al director y no marcharnos a jugar a las parejitas." Aun así, Nicole se alegraba de que trabajar con su marido le permitiera aportar cosas al film veinticuatro horas al día. "Puedes tener una idea en mitad de la noche y despertar a tu marido para decirle: 'Acabo de tener una idea para una escena.' Es realmente útil." Aunque se pudiera perdonar a Tom si no apreciaba su entusiasmo de medianoche, él también disfrutaba la experiencia de trabajar con su mujer. "Es fácil trabajar con Nic", dijo. "Es una profesional, una gran actriz que tiene la habilidad de modelar una escena en su mente y hacer que cobre vida. Disfrutar esta experiencia con mi mujer hace que alcance otro nivel. He trabajado duro, mejorando día a día, pero, de algún modo, ahora mi vida está mucho más llena personalmente y eso se refleja profesionalmente." Mientras se acercaba su primer aniversario, para todo el equipo estaba muy claro que la pareja estaba aún muy enamorada. A Tom se le veía llevar constantemente tazas de café a Nicole y cubrirla tiernamente los hombros con una toalla para mantenerla en calor entre las tomas. Derek Wallace, uno de los técnicos de apoyo que trabajaba en la película, se fijó en que los Cruise estaban siempre haciéndose carantoñas, sin importarles quién les viera. "Uno de los conductores amenazó con arrojarles un cubo de agua fría", dice. "Nunca he visto una pareja tan unida ni tan increíblemente feliz." Incluso Ron Howard prestó atención a sus habitúales intentos de estar a solas, observando: "Desaparecían de vez en cuando dentro de la caravana, así que creo que ha sido como un proyecto de luna de miel..." Cuando se ve la película, es fácil notar que los Cruise están viviendo una época muy feliz. Nicole está imponente como Shannon, con sus rasgos de muñeca china enmarcados en románticos tirabuzones naranjas. Aborda el papel de la hija rebelde de un terrateniente con energía, probando en su primera escena ser bastante hábil con una horca. Tom, cuyo desafortunado personaje, Joseph, queda perfectamente definido como "un chico especialmente raro", tiene también un aspecto muy lozano. Ambos actores tuvieron que adoptar el acento irlandés para sus papeles, por lo que Tom contrató los servicios de un par de profesores de dicción del vecindario, Sean O'Casey y Tim Monich, un americano. "Lo primero que pregunté cuando me lo pidieron fue: '¿Por qué no contratan a un irlandés?'", dice Monich. Pero la Universal necesitaba dos grandes nombres para garantizar el éxito de la película. Además, una genuina pareja irlandesa habría resultado demasiado difícil de entender para el público principal al que iba dirigida o, como Monich expresó, "Universal no quería hacer una película que fuera ininteligible a los norteamericanos". Así que Tom y Nicole se enfrentaron a la situación e hicieron todo lo posible por conseguir un deje céltico o "ligero", como podía ser descrito. Aunque ambos actores tenían sangre irlandesa (del lado de Tom, los Mapother originales habían emigrado a Louisville desde el sudeste de Irlanda), no les resultó fácil, y sus acentos fueron algo irregulares como poco. Pero estuvieron dispuestos a intentarlo, y los rasgos de Nicole evocan un cierto estereotipo irlandés que ayudó. Un horizonte muy lejano transcurre en 1892, durante la rebelión de los campesinos irlandeses. Tom, como Joseph, es el hijo un poco torpe de un granjero pobre. Cuando su padre muere, dejando a la familia sin forma de poder pagar el arriendo, su casa es quemada por los secuaces del terrateniente. Joseph sale en busca del terrateniente para matarlo. La visión de la estrella de Top Gun cabalgando con seriedad en un pequeño burro cascarrabias es muy hilarante. Al esconderse en el establo del terrateniente, Joseph es descubierto por Shannon, que le clava su horca en torno a la parte superior del muslo... Esto último lleva a uno de los momentos del rodaje preferidos por Ron Howard. Joseph es llevado dentro de la casa para que le curen y se queda un rato en la cama planeando su venganza, desnudo, salvo por lo que parece un bol que cubre sus pudores. "Tom estuvo genial en eso, se dio cuenta de que tenía que estar desnudo sólo con ese cacharro", explica Howard. "Pusimos una tela negra cubriendo su entrepierna. Cuando Nicole levantó el bol en la escena, pensando que el personaje está dormido, grabamos su reacción". Grabaron dos tomas con la tela en su sitio, pero Howard no estaba satisfecho con la expresión de Nicole. "Así que fui a ver a Tom y le dije que hiciéramos otra toma y que se quitara la tela, como una pequeña broma entre nosotros, y tuvimos una reacción algo diferente de Nicole..." La tercera toma no le decepcionó y Nicole disimuló su verdadera reacción admirablemente, su interpretación sólo en esta hilarante escena es quizá merecedora de un Oscar, considerando. Como ella dice, "que ésa es la reacción que ves en pantalla. ¡Supongo que estaba excitada!" Frivolidades aparte, Shannon y Joseph, que están constantemente peleando, escapan de sus familias y se dirigen a América: han oído que están regalando tierras en Oklahoma. Llegan a Boston, donde fingen ser hermanos, y se ponen a trabajar para pagar el billete de tren a Oklahoma. Joseph se gana la vida boxeando sin guantes, entablando varios combates sangrientos. "¡Fue tremendo!", recuerda el antiguo luchador. "No me di cuenta de que sería algo tan físico. Me machacó de verdad. Los puños clavándose en mi espalda y mi pecho todo el tiempo. También me golpearon un montón en las costillas. Durante una semana y media, más o menos, tenía dolores constantemente." Nicole vigilaba con aprensión desde fuera y, en un determinado momento, llegó a pedir a Howard que parase la acción, porque empezaba a ser demasiado sangrienta. Durante su estancia en Boston, Shannon y Joseph superan los prejuicios de clase y se enamoran, aunque esconden su mutua atracción hasta el último momento. Como Tom señaló, "esperamos que funcione, hemos tenido que ir construyendo la tensión para que un pequeño beso se convierta en algo grande." Pero los besos le plantearon un pequeño dilema al director. "Creo que Ron estaba nervioso por nuestras escenas de beso", dijo Nicole. "Pensó, vaya por Dios, ¿cómo va a funcionar un primer beso entre estos dos?', porque todo lo que hacemos es besarnos constantemente." Por un momento, Howard consideró prohibir los achuchones de Tom y Nicole cuando no estaban rodando, para asegurar que hubiera chispa en pantalla, pero al final se dio cuenta de que había una cierta frescura en su cariño que les salía de forma natural. "Creo que había algo en lo novedoso de su amor que eran capaces de aplicar a esta historia, aunque estuvieran ya juntos y casados", dice. "Cuando Tom miraba a Nicole, era muy fácil para él recordar la primera vez que había sentido la fuerza de su belleza o magnetismo, y creo que lo mismo ocurría con Nicole respecto a Tom. Así que aprendí a dirigirles cuando se besaban y me di cuenta de que en realidad podían hacerlo incluso sin necesidad de contacto visual." Nicole recuerda otro aspecto de estas escenas, parecido a la ocurrencia de Howard de hacer desaparecer la tela. "Hicimos algunas tomas y él tenía a parte del equipo atento al monitor, dándonos una clasificación de lo ardiente que era, en una escala del uno al diez. Una de las veces, conseguimos un diez y ésa es la toma que usamos." Un horizonte muy lejano sólo parece encarrilarse hacia la mitad, cuando Shannon y Joseph empiezan a flirtear y se toman el pelo el uno al otro después de haber vivido en Boston un tiempo. Para Nicole, esto era lo hermoso del proyecto. "Cuando estás actuando con tu marido hay una cierta facilidad, porque te conoces muy bien. Eso se ve en pantalla, lo sé. Cuando dos personas se tocan puedes verlo. Si no conoces a alguien, que es lo que ocurre casi siempre en las películas, puede ser muy incómodo cuando te tocas. Pero cuando le conoces, hasta la cosa más simple, como acariciar su pelo, parece y se siente más natural. Besarse en pantalla no es tan fácil como puede imaginarse, así que ayuda conocer a la otra persona desde hace tiempo si tienes que hacer cosas íntimas delante de la cámara." De modo interesante, junto a su obvio encaprichamiento el uno por el otro, aparece una cierta competitividad, que se revela durante las escenas finales: la espectacular carrera por la tierra de Oklahoma, que incluía unos ochocientos extras, cuatrocientos caballos y doscientos carromatos. El rodaje se hizo en Billings, Montana, y tanto Tom como Nicole tenían que montar sus caballos en medio de la multitud. El guionista Bob Dolman rememora: "Nicole estaba cabalgando y Tom le preguntó a los cuidadores de los caballos: '¿A qué velocidad pensáis que está yendo Nicole?' 'A unos 58 km por hora.' Al día siguiente, hizo la escena y volvió a donde estaban los tipos y preguntó: '¿A qué velocidad creéis que iba?' Tienes que haber ido a unos 64 km por hora.' Miró hacia donde estaba Nicole y dijo: '¡Sí!' Fue extraordinario." Nicole cuenta una historia distinta, ligeramente más oscura. "Al principio, al subir en el caballo estaba gritando. Todo el mundo se rió porque sólo oían a la chica gritando '¡so!' El caballo no se paró y alcanzamos casi sesenta kilómetros por hora, que es mucha velocidad. Al final lo pararon, y yo estaba temblando." Aunque Nicole había cabalgado en Archer's Adventure y la equitación era una de sus actividades favoritas, encontró estas persecuciones a gran velocidad algo alarmantes. Howard decidió afrontar su pánico ordenando inmediatamente otra toma. "La siguiente vez que salí pude controlarlo y así perdí mi miedo a la velocidad. Entonces Tom y yo empezamos una competición para ver quién podía ir más deprisa. Estuve volando (y pataleando) y cuando paré pregunté a los cuidadores: '¿Qué tiempo he hecho?' y me dijeron: sesenta kilómetros por hora, casi un kilómetro por hora más rápido que Tom.'" Un horizonte muy lejano quería ser una extensa y demasiado general historia épica, que volvía a una época más romántica. Desde el punto de vista técnico está bellamente rodada, la primera película desde Tron, de Disney (1982), que se filmaba en Panavision Super 70, rodada en 65 mm y realzada por la espléndida banda sonora de John Williams (La guerra de las galaxias, El imperio del sol). Visualmente, escenas como la culminante carrera de Oklahoma rivalizaron con las impresionantes secuencias de caza de búfalos en Bailando con lobos, de Kevin Costner, que ganó varios premios de la Academia. Después del relativo fracaso comercial de Días de trueno, Tom Cruise no quería arriesgarse y supervisó personalmente la postproducción con mucha atención. Varias escenas de Nicole y él tuvieron que pasar primero por la aprobación de Tom y las fotografías y carteles promocionales tenían que ser "excepcionales" para "evocar un enorme interés y una reacción positiva", de acuerdo a un estricto memorando. La Universal derrochó el dinero en una espectacular campaña publicitaria, y Tom y Nicole se embarcaron en una veloz gira promocional. Increíblemente, el panfleto publicitario oficial, con una extensión de treinta páginas, omitía el hecho evidente de que las estrellas de la película estaban casadas en la vida real. Además, los actores insistieron en ser entrevistados por separado, con su relaciones públicas explicando: "Son personas distintas, con carreras distintas". De forma poco habitual en aquel momento, los actores también solicitaron que los periodistas que asistían a las ruedas de prensa firmaran un contrato prometiendo que usarían el material resultante sólo para promocionar el film, estipulando incluso en qué publicaciones aparecería el texto. El "control de Cruise", supervisado por Pat Kingsley, la famosa relaciones públicas de Tom, se convirtió en una frase usada a menudo en relación al marido de Nicole, y dio que hablar cuando a los escritores que rompieron las reglas se les negó tajantemente un futuro acceso a cualquiera de los actores. Por fin, la película estaba lista para el estreno. Tom y Nicole hicieron una aparición espectacular, presentando los premios la última noche del Festival de Cannes, el 18 de mayo de 1992. Las multitudes histéricas les dieron una entusiasta bienvenida cuando llegaron al Palais des Festivals en una limusina descapotable, acompañados de una escolta policial. Con un elegante conjunto blanco y guantes a juego, Nicole parecía vestida para una boda, quizá, de algún modo, una publicidad simbólica de la película. Un horizonte muy lejano se estrenó en América unos días más tarde, el 22 de mayo, rodeada de una exagerada propaganda sobre sus estrellas recién casadas. En Reino Unido el estreno fue el 31 de julio, y más tarde recibió nominaciones a los premios MTV de cine de 1998 por la mejor secuencia de acción y el mejor dúo en pantalla. Tristemente, esto es todo lo lejos que llegó. La falta de éxito comercial de la película tuvo poco que ver con sus dos protagonistas. A pesar de sus acentos algo distorsionados, las interpretaciones de Tom y Nicole eran entretenidas y hacían ciertamente una pareja agradable de ver. Cuando sus personajes se van a Boston, la pareja empieza a desplegar un juego de mutua atracción, con una química en pantalla mucho más fuerte que en Días de trueno. Sin embargo, el film se resintió mucho de la falta de secundarios carismáticos y de las estereotipadas representaciones de los irlandeses, que se revelaron insultantes en algunos momentos. Aunque hay cierta distensión a ratos, gracias a los momentos de humor (Nicole mirando bajo el bol, Tom dando un puñetazo a su desobediente caballo para hacerlo andar), durante la primera hora, no queda muy claro si la historia es una comedia o una farsa. Un horizonte muy lejano también podría haberse beneficiado mucho de un montaje más riguroso. Si 140 minutos ya parecían bastante, los espectadores podrían encontrar más tarde versiones emitidas por algunas cadenas de televisión con 85 minutos más de metraje no incluido en la versión para cine. Al final, Un horizonte muy lejano falla en la suma de sus partes, y tuvo una acogida imprevistamente tibia. En la taquilla americana dejó menos de 47 millones de dólares en las primeras cuatro semanas, en comparación con Batman vuelve, que recaudó 46 millones en sólo tres días. Y las críticas fueron despiadadas. "Una auténtica patata, con personajes y situaciones tan trillados que no podemos dejarnos arrastrar por la historia", dijo el Washington Post, mientras Sight and Sound la censuró como "un disparate impenitente y soso, celebrado con esplendor inapropiado". Y la prensa británica estuvo de acuerdo: "Un insulso, equivocado y lujoso aburrimiento. El argumento y los personajes a veces parecen haber sido sacados de un libro ilustrado de cuentos para chicas adolescentes", dijo The Times. Nicole Kidman apoyó su trabajo. Había ganado una valiosa experiencia estando tan involucrada en una gran película de Hollywood. "Me he vuelto más segura y entiendo mejor el proceso de hacer una película", dijo. "Podría sentarme y criticarlo todo, nunca estaré satisfecha. Aun así, estoy orgullosa de Un horizonte muy lejano. Creo que es una gran película." Del hecho de haber trabajado de nuevo con Tom, dijo: "Lo que se ve son sentimientos de verdad, amor de verdad. No hay nada malo en dejar que se vea".