Piercing y el gran Viernes consumista en Usamérica
Mi queridísimo Teo:
Te escribo antes de enfundarme la gabardina y las gafas oscuras, camino de una renovación masiva de todos mis piercings! Ya sabes que eso llevará tiempo, y probablemente semanas de internamiento. Pero el cuerpo me lo pide, y me pide sobre todo anonimato! no quisiera que nadie me reconociera por la calle en plena ola del Viernes Negro: antes en tu fiambrera que confundida entre las masas.
Y no te hablo de aquel Viernes negro que puse en jaque a todo un país. No. Es mucho peor. Éste es el Viernes negro que pone en jaque la fe en la humanidad y en la evolución natural. Para aquél se bastaron tres traviesos muchachotes. A éste se lanzan en jauria 133 millones de usamericanos que mutan en un cruce entre Arnold Schwarzenegger y un caniche con todos los síntomas de la rabia.
Verás, querido, dice la tradición que el Día de Acción de Gracias , ese día que nació como agradecimiento a los índigenas americanos que ayudaron a los primeros Colonos (justo antes de que, ups, se les fuera un poco la mano) , hay que meterse entre pecho y espalda algo parecido a un contundente TURDUCKEN . Y justo al día siguiente hay que desatar la veda consumista, un verdadero agujero negro de billeteras y tarjetas de crédito, que ríete tú de las rebajas, en la que todo vale con tal de conseguir la ganga y el trofeo de turno para el insaciable saco de Santa Claus.
Como toda tradición que se precie, a ésta también le llegan aires de renovación, a veces pelín huracanados , y este año más de uno habrá pedido el turducken para llevar y lo habrá degustado a las puertas del gigante navideño de turno, porque los Wal-Mart y Best Buy abrieron a las 5 de la mañana, un puñado de centros comerciales, desde Utah a Maine, abrieron a medianoche! y CompUSA cuadró el círculo abriendo a las 9 de la noche del jueves. Sí, querido, a la hora en que la mayoría debía estar sirviendo los postres al pavo!
Los periódicos nacionales , locales y electrónicos hacen votos por que las denominadas "fuerzas del mercado" sean reconocidas y que se cambie el nombre tan fúnebre de Viernes Negro (Black Friday) por el mucho más vivaracho de Viernes Amoratado (Black and Blue Friday ). Dónde va a parar.
Todo empezó (posiblemente) por los pelos rojos de Elmo . Como lo oyes. Fue llegar a los estantes allá por 1996 y volver completamente majareta al público general usamericano, llevándose por delante dependientes malheridos y magullados. Y Elmo está de vuelta. Este viernes, en Times Square , a las 6 de la mañana, una cola de cientos de clientes entró en estampida en el Toys