Entre las muchas magias del cine, en esta película hay una textil, que debería ocupar su sitio en la historia: El traje de Cary Grant en este papel de Roger Thornhill. A más de veinte años de su muerte, todo el mundo aún querría ser como él. Algunos querríamos al menos su traje, confeccionado en Kilgour de Savile Row, y sé sabe por boca de uno de sus cortadores que Grant tenía una percha excelente, pero no el motivo de que aguante peleas a puñetazos y la persecución de una avioneta fumigadora con disparos de ametralladora. ¡Y siga estando impecable a pesar de los malos ratos por los que pasa!. A Cary le pasa algo parecido puesto que aquí ha cumplido los 54 años y se puede permitir actuar con una compañera, Jessie Royce Landis, que hace de su madre y que es diez meses más joven que él, y que también había hecho de su suegra en “Atrapa a un ladrón”.
En la primera parte le suceden al personaje toda clase de cosas con una velocidad desconcertante. Hitchcock le contó a François Truffaut que “…un día Cary me vino a ver y me dijo: ‘Creo que es un guión espantoso, pues hemos rodado el primer tercio del film, ocurre toda clase de cosas, y no comprendo en absoluto de qué trata”.
Que su actor y amigo se sintiera tan desconcertado como el propio protagonista era lo que pretendía Hitch. Se lo contaba al director francés con la maldad gozosa que se gastaba el gordito psicópata, un sentido del humor sofisticado y cultivado intelectualmente. En otra entrevista con un crítico norteamericano ilustre, Andrew Sarris, su respuesta fue clarificadora cuando este le preguntó: En "Con la muerte en los talones" parece que Grant desea la muerte de Eva Marie Saint. Se siente más feliz cuando ella es su enemigo o está en peligro, que cuando es una esposa disponible o una amante ventajosa». El cineasta le respondió: «¿Cómo era la frase de Oscar Wilde? ‘Cada hombre mata el objeto que ama’. Creo que eso es un fenómeno muy natural; de veras». Sarris insistió: «¿No lo encuentra un poco perverso?». «Bueno, todo es perverso de alguna manera. ¿No es así?». Para él si lo era.
Por eso Truffaut acertó al darse cuenta de que las escenas de amor están filmadas por Hitchcock como si fueran escenas de crímenes y las escenas de crímenes están filmadas como escenas de amor. En la lujosa fiesta campestre, una de las admiradoras de Grant le dice: “No es una chica para ti”, refiriéndose a la atracción que siente por Joan Fontaine, a lo que él responde: “La verdad es que ya estoy harto de las chicas que son para mí”. En esos días ya no podía aguantar la convivencia con la multimillonaria Barbara Hutton, su segunda esposa desde hacía siete años, tras haberse separado en 1935 de la actriz chapliniana Virginia Cherrill. Cary no tendría que sufrir en su cuenta bancaria, aunque la separación de bienes facilitara las cosas a su mujer, porque “Con la muerte en los talones” le hizo rico. Cobró medio millón de dólares. La secuencia del ataque de la avioneta se estudia aún en las escuelas como ejemplo de montaje y el final es uno de los más recordados.
Hitchcock intentó conseguir permiso para poder filmar en el monte Rushmore la famosa escena de las cabezas de piedra de los presidentes, y lo contaba así: «Las autoridades me dijeron que no debía colocar a ninguno de los personajes sobre ninguna de las caras de los presidentes porque dijeron que es el templo de la democracia. Una pena, porque yo quería a Cary bajando por la nariz de Lincoln y escondiéndose en una de sus fosas nasales mientras el otro hombre le buscaba. Y estando en la fosa nasal, Cary Grant estornuda y se delata... Pero no se me permitió». Debió temer que el argumento patriótico fuera sólido y le perjudicara en la taquilla usamericana porque lo cierto es que cuando dispuso de la reconstrucción no lo hizo.
Si que pudo resolver la secuencia en el vestíbulo del edificio de las Naciones Unidas, recurriendo a un ardid. El permiso le fue denegado por el mismo Secretario General, debido a las molestias durante la filmación de una película anterior. «Mientras los guardas estaban buscando nuestros equipos (le explicó Hitchcock a una cadena de televisión años después) colocamos la cámara en la parte posterior de un carrito, y de ese modo conseguimos el metraje suficiente para el fondo. Entonces, pedimos a un fotógrafo de estudio que hiciera fotografías coloreadas del interior, yo lo acompañaba, como si fuera un visitante, susurrándole: "Haz la foto desde aquí. Y ahora, otra del techo hacia abajo". Utilizamos esas fotografías en color para construir los decorados en nuestros platos.»
Hitchcock siempre oculta en su cine, una tenebrosa trastienda de deseos sexuales que materializaba en imágenes y que han desmenuzado sus críticos y admiradores. Aquí el plano final de la película, se interpreta como una alegoría de la penetración. Pero en este caso más que enfermizo debería juzgársele como elegante y gracioso. Sobre todo después de que nos hubiera dejado uno de los diálogos más insinuantes y claros, tanto que la censura española lo cortó y no fue restituido hasta los años ochenta.
«Será una noche larga y no me gusta el libro que he empezado a leer», le dice una Eva Marie Saint insinuante a Cary Grant, tras esconderlo en su compartimento del tren. ¿Un ataque contra la literatura?. Ni Hitchcock era tan retorcido.
Esta noche puedes recordarla de nuevo a las 22:00 en TCM (dial 46 de Digital +).
Canciones para un programa de radio que ya no está 🙁
Primera Hora
101 - Massive Attack - Angel.
102 - Deftones - My Own Summer (Shove It).
103 - David Bowie - Rebel Rebel.
104 - Roy Orbison - You Got It.
105 - Jonathan Richman & The Modern Lovers - Egyptian Reggae.
106 - Screaming Trees - Nearly Lost You.
107 - The Flaming Sideburns - Lost Generation.
108 - Shriekback - Nemesis.
109 - Cave In - Anchor.
Segunda Hora
201 - Bernard Butler - Not Alone.
202 - Sigur Rós - Festival.
203 - Feeder - Buck Rogers.
204 - Placebo - The Bitter End.
205 - Lali Puna - Faking the Books.
206 - The Donnas - Take It Off.
207 - Arab Strap - Stink.
208 - Curtis Mayfield - Move On Up.
209 - Ryan Adams - Wonderwall.
A los 96 años ha muerto el inolvidable y por siempre eterno actor Héctor Alterio. Argentina y España quedaron unidas más allá del charco gracias a su talento y recuerdo en trabajos que demostraron que el cine no entiende de patrias sino de emociones, memoria y dignidad a la hora de tender puentes a través del cine. Como elementos principales tuvo su innegable carisma, una voz llena de matices y una capacidad de que las emociones traspasarán la pantalla a través de una mirada limpia y expresiva gracias a sus ojos azules. Una larga vida en la que se dedicó hasta el último día al oficio al que tanto amaba y al que contribuyó a elevar a altas cotas siendo merecedor por todo ello del Goya de Honor en 2004.
Hay actores que traspasan lo que es una vida para formar parte de nuestros recuerdos para siempre. Es algo que va más allá de cualquier premio e, incluso, de la propia existencia ya que trascienden por siempre gracias a la pantalla. Es el caso de un Dick Van Dyke que celebra 100 años de vida en vida. Un nombre icónico de la industria del entretenimiento que bien merece del que se hable de él y se le reivindique cuando todavía puede recibir esa gratitud de su público por tantas risas y buenos ratos compartidos. Un rostro muy querido por su vitalidad, ironía y ligereza siendo un torrente de optimismo frente a la adversidad. Se una a una lista de centenarios compuesta por Kirk Douglas, Olivia de Havilland, Bob Hope y Gloria Stuart o las todavía vivas Eva Marie Saint y Lee Grant.
Las primeras páginas del guion literario de esta serie indicaban lo siguiente: "Un amanecer que parece no querer llegar del todo, envuelto en un gris espeso, como si la ciudad estuviera reteniendo el aliento. La cámara avanza lentamente por un polígono industrial casi vacío. El sonido es mínimo: un viento leve, metal vibrando en alguna parte, una puerta mal encajada que golpea a intervalos irregulares. Los edificios que rodean la escena tienen el aspecto típicamente londinense de principios de los ochenta: ladrillo desgastado, cristales empañados, carteles viejos que nadie se preocupa ya en retirar.
No hace tanto tiempo pero ya parece que hace un mundo cuando quien más quien menos presentaba al mundo las 30, 40 o 50 películas destinadas a estar presentes en la carrera al Oscar 2026. El paso del tiempo, la selección natural, el pinchazo de calidad de algunos títulos y cierto ensimismamiento tendente a apoyar a los favoritas de turno, ha desembocado en lo que podría haber sido una carrera entre dos para terminar definiéndose, de manera poco sorprendente a estas alturas, en un paseo militar para Paul Thomas Anderson. La emoción quizá ya no está en la zona alta pero sí reside en películas que pelean por los puestos bajos de mejor película con el fin de que les den al menos la opción de poder decir que han sido nominadas al Oscar. Con las recientes nominaciones de Critics’Choice y Globos de Oro, ¿podemos ya dar por aseguradas al menos a 8 de las 10 futuras nominadas al Oscar?
Sin duda: ¡Magistral!
Canciones para un programa de radio que ya no está 🙁
Primera Hora
101 - Massive Attack - Angel.
102 - Deftones - My Own Summer (Shove It).
103 - David Bowie - Rebel Rebel.
104 - Roy Orbison - You Got It.
105 - Jonathan Richman & The Modern Lovers - Egyptian Reggae.
106 - Screaming Trees - Nearly Lost You.
107 - The Flaming Sideburns - Lost Generation.
108 - Shriekback - Nemesis.
109 - Cave In - Anchor.
Segunda Hora
201 - Bernard Butler - Not Alone.
202 - Sigur Rós - Festival.
203 - Feeder - Buck Rogers.
204 - Placebo - The Bitter End.
205 - Lali Puna - Faking the Books.
206 - The Donnas - Take It Off.
207 - Arab Strap - Stink.
208 - Curtis Mayfield - Move On Up.
209 - Ryan Adams - Wonderwall.
muy bueno el reportaje de video