"Borderlands"
La web oficial.
El argumento: Lilith, una infame cazatesoros con un misterioso pasado, regresa a su planeta natal de Pandora para encontrar a la hija desaparecida del poderoso Atlas. Para ello forma una alianza inesperada con un heterogéneo equipo de inadaptados: Roland, un antiguo mercenario de élite ahora desesperado por la redención; Tiny Tina, una demolicionista salvaje preadolescente; Krieg, el musculoso protector de Tina; la científica Tannis; y Claptrap, un robot muy peculiar. Estos extraños héroes deberán luchar contra monstruos alienígenas y peligrosos bandidos para buscar y proteger a la niña desaparecida, que puede tener la clave de un poder inimaginable. El destino del universo podría estar en sus manos, pero lucharán por algo más: el uno por el otro.
No conviene ver: “Borderlands” es la adaptación de un videojuego de 2009 con la que Cate Blanchett repite con el director Eli Roth tras “La casa del reloj en la pared” (2018). Un pastiche con estética de cómic que es un sucedáneo petardo de “Guardianes de la galaxia” en la que además de la actriz australiana encontramos a otra ganadora del Oscar como Jamie Lee Curtis. Una evasión intergaláctica en clave de comedia gamberra llena de tópicos con cazarrecompensas entre chatarras y carnicería carente de ritmo y de humor unidos para proteger a una niña que parece ser la elegida según una profecía. Nada peor que creer que poseer esos dones cuando la agilidad y el entretenimiento brilla por su ausencia. Tampoco le ayuda su indefinición entre ciencia ficción para niños y tributo a los nostálgicos de videojuegos ochenteros y las propuestas fondo de armario de videoclub. En “Borderlands” hay actores cobrando el cheque, un robot robaescenas, un Estudio cumpliendo el expediente y unos artífices que desde la dirección y el guión no se toman en serio ni a sí mismos. La pena para ellos es que para poder hacer eso bien hay que tener interés e ingenio, cosa de la que carece esta cinta.
Conviene saber: El director Eli Roth (lejos de sus mayores éxitos detrás de las cámaras como “Cabin fever” u “Hostel”) sigue jugando con la serie B en una carrera demasiado irregular y con más ego de la cuenta.
La crítica le da un DOS