
In Memoriam: Alfredo Landa, el actor reinventado
Querido Teo:
A los 80 años nos deja Alfredo Landa en un año que se confirma como el del fin definitivo de toda una gran generación. Landa era el superviviente de esa generación de los Fernán Gómez, Rabal, López Vázquez, Alexandre, Cassen, Bódalo, González, Alonso, y un largo etcétera. Lo hace habiendo puesto su apellido a todo un género, “el landismo”, y llevándose todo el respeto de la profesión con 3 Goyas, por “El bosque animado”, “La marrana” y uno honorífico el mismo año que estrenaba su última película, la de su retirada, “Luz de domingo”, bajo las órdenes de José Luis Garci con quien trabajo también en “Las verdes praderas”, las dos películas de “El crack”, como el inolvidable y sobrio detective Germán Areta, “Canción de cuna”, “Historia de un beso” y “Tiovivo c. 1950”. De carácter campechano pero firme y volcánico, además de un maestro haciendo gin tonics y buen jugador de mus como muchas veces afirmó, la publicación de sus memorias fueron muy comentadas al escribir sin cortapisas de su carrera y compañeros. Un ictus, que padeció poco tiempo después de recibir el Goya honorífico donde sorprendió su balbuceante discurso, ha marcado sus últimos años de vida.