Querido Teo:

A finales de año (y promovida también por esos In Memoriam de los Oscar) siempre me da por recordar a aquellos actores y actrices que todavía están entre nosotros. ¿Recuerdas que el año pasado te mandé otra carta parecida a la que estás leyendo ahora mismo? Así que este año decidí repasar a aquellas viejas glorias que todavía siguen respirando y he encontrado algunos cambios, pero pocos si tenemos en cuenta las edades de dichas personas. Piensa que algunos superan los cien años y eso no es poco.

Querido “ex” Teo:

Después de mi viaje por los Festivales de Estados Unidos decidí tomarme un tiempo sabático para recuperar fuerzas; ahora ya estoy lista para seguir informándote sobre mis andanzas.

Querido “ex” Teo:

Siento tenerte tan abandonado pero realmente he estado muy ocupada y no he tenido tiempo material para contactar contigo, si ya sé que es sólo un momento pero cuando te explique en que estoy metida lo entenderás.

Querido “ex” Teo:

¡Feliz año! No habíamos tenido ocasión de hablar antes, my darling. Bueno, después de cumplir con la tradición te explico que el primer día de este nuevo año me dediqué a tener pensamientos ciertamente macabros, comencé a recordar a todos esos actores que habían muerto durante el año: Paul Walker, Peter O´Toole, James Gandolfini, Eleanor Parker o Joan Fontaine, sin olvidar los nombres patrios como Sara Montiel, Lolita Sevilla o Manolo Escobar por nombrar sólo un 0´27% de las personas relacionadas con el séptimo arte durante 2013. ¿Sabes que según la santa biblia del cine, es decir IMDB, han muerto 3.033 personas entre actores, actrices, directores, escritores… en 2013? Y nosotros sólo conocemos una porción diminuta. Eso me recordó a aquella carta que te mandé en Julio de 2012 referente a las viejas glorias todavía vivas así que la he buscado en el archivo de cartas enviadas a Teo y la he repasado como se repasa ese libro que has leído hace tiempo del que recuerdas algunas tramas pero que con escenas olvidadas.

Querido “ex” Teo:

¿Cómo has pasado el verano? ¿Todo sigue igual por la clínica? Seguro que nada ha cambiado desde la última vez que fui a verte. Yo he estado viajando, ya sabes que tengo una vena muy viajera pero hoy no he venido a hablarte de mi pasado sino de que lo voy a hacer a finales de Octubre. Me voy a ir de parranda, de celebración, de jarana… en definitiva, me voy de fiesta. Con toda la introducción que llevo escrita seguro que he conseguido llamar tu atención, seguro que tu mente sólo se concentra en la carta que tienes entre las manos y has dejado de pensar en el séptimo arte. ¿He acertado? ¿Sí? Pues siento volverte a la realidad, la fiesta a la que voy a acudir entre el 21 y el 23 de Octubre es “La fiesta del cine”.

Querido "ex" Teo:

Te mando mis más sinceras disculpas por mi abandono. Ya sé que llevo mucho tiempo sin escribirte, no voy a decir que he estado muy ocupada o enferma o… no, con palabras brutales: No sabía que contarte.

Querido "ex" Teo:

De nuevo te escribo unas líneas para explicarte mis últimas novedades. Lo cierto es que llevo días sin moverme de casa, resulta que he sufrido un accidente y me encuentro inmovilizada como James Stewart en “La ventana indiscreta”. ¿Y qué puedo hacer en casa sino es ver cine y más cine?.

Querido “ex” Teo:

Esta vez no sé muy bien cómo empezar esta carta, tengo muchas ideas rondando por la mente y no sé si son buenas, así que recurro a ti, viejo amor, para que me aconsejes.

Querido “ex” Teo:

¿Qué tal te prueba el 2013?. ¿Has pasado unas buenas fiestas navideñas?. ¿Te has pasado mucho con el turrón y el cava? ¿Te han dejado acudir a las rebajas?. Yo he estado muy enferma, todavía me siento enferma y no sé cuándo me recuperaré. Puede ser que tú hayas sufrido también alguna vez la misma enfermedad. No he acudido al médico sino que me he autodiagnosticado y he bautizado la enfermedad como “musicalitis aguda”. ¿Quieres saber cuáles son los síntomas principales?.

Querido “ex” Teo:

No sé si sabes que tengo un sobrino llamado Bruno, hijo de una hermanastra… Sus padres se van de viaje a mediados de Noviembre y yo soy la encargada de cuidarle. ¡Sí, yo de niñera!. Siento escalofríos de sólo pensarlo. ¿Qué voy a hacer con un niño durante una semana?. Ese era mi pensamiento cuando me enteré. Lógicamente, no pude negarme.  ¿Me entiendes, no?. Era una de esas ocasiones en las que tengo que poner mi mejor cara de póker y aceptar con un: “¡Qué bien lo pasaremos!” o algo por el estilo.