El recuerdo a William Holden en su centenario
Querido Teo:
El 17 de Abril se han cumplido 100 años del nacimiento de William Holden, uno de los actores más carismáticos del siglo XX y que estuvo en importantes títulos principalmente en la década de los 50, 60 y 70. Ganó el Oscar por “Traidor en el infierno” de Billy Wilder en 1954 pero fue precisamente por un anterior trabajo del austriaco por el que consiguió su primera nominación al Oscar tres años antes. En “El crepúsculo de los dioses” interpretaba a ese guionista en horas bajas (un spoiler en forma de sí mismo desde el comienzo de la película) que quedaba subyugado por una estrella del cine mudo, Norman Desmond, un fantasma en un Hollywood de juguetes rotos y estrellas sin luz. Fue Wilder quien rescató del olvido, a su manera, a un Holden que había tocado el éxito al inicio de su carrera con “Sinfonía de la vida” (1940), "Vuelo de aguilas" (1941), Rivales por un beso” (1942), o “Juventud ambiciosa” (1943), pero que al alistarse en el ejército vio cómo su carrera corría peligro de quedarse en el limbo hasta la llamada de Wilder: “William, es hora de ponerse a trabajar, vas a ser el primer narrador cinematográfico con agua en los pulmones y sin necesidad de servir al ejército en la marina”.