Pinkerton tiene un día "flasbac"

Querido muchacho:

El otro día me levanté sobresaltado de la cama. Eran las 11 de la mañana y a esas intempestivas horas alguien había puesto la música a todo volumen. Parecía que la música se acercaba cada vez más. Era la Rottweiler, sin duda.
Desde que se le estropeó el tocadiscos que le regalaron por su 18 cumpleaños no habíamos vuelto a tener música comunitaria. A cambio de su viejo tocadiscos le habían dado un mp3 de 2 gigas con la discografía completa de el Fary, Manolo Escobar y Carmen Sevilla.

Decidí que tenía que ir al museo a cambiar mi vídeo Beta, que seguro que podrían cambiármelo por un dvd grabador con disco duro. Ya no podré ver mis cintas de Pajares y Esteso para teñir de sociología los informes para algunos clientes, pero no hay problema porque van a hacer película nueva , incluso con página web en construcción.

De camino al museo vi que en una tienda de dvds un cartel anunciaba una edición especial de "Grease", con su chupa de cuero incluída . Parece que hay gente a la que todavía le gusta el rockabilly. También pasé por delante de una tienda de antigüedades, con sillas renacentistas, un
cinematógrafo de los lumière, televisiones sin mando a distancia, ordenadores con diskettera o teléfonos móviles sin cámara de fotos. Pensé en entrar a robar pero gracias al cine sabemos que casi todos los robos salen mal, o sea que seguí mi camino. Pero al llegar al museo me di cuenta de un terrible fallo de cálculo. Era lunes, y por lo tanto el museo estaba cerrado. Eso quería decir que la Rottweiler me había engañado. ¿Qué ocultaba mi querida portera? ¿Acaso era cleptómana y su ídolo era Winona Ryder?

Cuando volví a casa la Rottweiler ya no estaba. Quizás la próxima vez la vea con un dvd o una escoba telescópica. No, en serio muchacho, ocurre algo y lo descubriré. enviáme otro bote de las redonditastranslúcidas en malva porque ayudan.