Leer cine para Reyes
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Querido diario:
Ya he terminado el currazo de “el amigo invisible”, “la amiga intocable”, “el conocido deseable” y todos los demás intercambios promovidos por el Dr. Quintanilla en las jornadas de relación, donde luchamos contra el analfabetismo emocional. Esta vez he tirado por los libros y aquí te dejo mis notas por si las necesitas para tus propias sesiones de relación.
Es una novela y al mismo tiempo una biografía. El protagonista un marginado elevado a la popularidad y la riqueza por el cine de feria de los años mudos. El territorio Los Ángeles, donde la policía corrupta imperaba, empezaba a circular dinero fácil, el péndulo de la moral se alejaba al máximo de los valores tradicionales. Seria y muy entretenida. Para psicos de amplio espectro. Se llama "Yo, Fatty"
En la probeta se mete un frikie de los peplum, y se añade afición a la historia del Imperio romano. La mezcla suele llenarse de gazapos de todo tipo, pero eso no es lo que cuenta en este libro. La propuesta es divertirse, preferiblemente con amigotes dispuestos a hacer risas apoyadas por excitantes de fin de semana. Si se tiene algún psico romanizado, a ser posible con más de cuarenta, el pleno está garantizada con "La antigua Roma en el cine"
Una biografía tan fresca como el clima de Navarra. Origen del protagonista. Combina perfectamente con un pack de la serie “cuéntame”, si se quiere viajar medio siglo hacia atrás. No es ni siquiera necesario que guste el cine español para que guste esta biografía, pero si español metido en la cuarentena. El estilo es tan directo que a veces hasta parece sonar. Es la biografía publicada más recientemente y basada en varias horas de entrevistas más documentación. Se llama "Alfredo, el grande"
Disfrutones del cine clásico y sus peripecias hay bastantes en La clínica. Con ellos funciona incluso elegir un solo aspecto del tema. En este caso las locuras económicas. Se trata de películas que todos hemos visto, enteras o en parte, y de las que todos hemos oído hablar. Poco de economía y mucho de vanidades, errores garrafales y gastos monumentales de talento, envidias e intereses. Se lee como se bebe y se llama "Que ruina de película"
Tal vez el placer más relevante del año sea una novela-película con una reedición muy cuidada. Su autor supo que después de escribirla Houston no volvería a dirigirle la palabra. Era su guionista para hacer “La reina de África” y se vio inmerso en una obsesión posesiva por la caza de un elefante. Nunca se sabe que hay de literal y que de fantasía, pero en todos los casos se sabe que siempre hay verdad en lo que se cuenta. Clint Eastowood se empeñó en hacer del libro-película su propia película, pero no alcanzó la grandeza de la historia en el papel. Unido al DVD de “La reina de África” es de una potencia de diversión inteligente difícil de superar. Nadie se queda indiferente ante "Cazador blanco, corazón negro"
Las historias de rodajes clásicos no fallan nunca, ya son otro clásico. Los libros de Juan Tejero son la serie más completa que pueda encontrarse, desde el primero hasta su último libro. Acaba de editarse en T&B una edición que recoge lo que el autor considera más interesante de esta saga.
