Piercing en la exposición El arte del engaño
Piercing en la exposición El arte del engaño
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Querido "ex" Teo:
Después de viajar a Cannes me encuentro en tierras catalanas, paseando por la capital y disfrutando del buen tiempo. Pero no sólo estoy aquí por el sol y la playa, también tengo una vena cultural que cuidar así que el otro día subí paso a paso, desde la Plaza Cataluña por el céntrico Paseo de Gracia hasta encontrar la Diagonal. Allí, a mano izquierda, encontré un edificio: El Palau Robert. Ni corta ni perezosa penetré en su interior, un amigo me había contado de una exposición que como aficionada al cine no debía perderme.
Al primer paso algo llamó mi atención, detrás de unas vitrinas de cristal, observé la primera muestra de lo que me encontraría después, en primera fila, como dando la bienvenida y avisando de lo que vendría, el hombre pálido de “El laberinto del fauno” y más allá, un cuerpo entero desnudo que parecía completamente real pero que no recuerdo a que película pertenecía.
Un cartel me indicaba que todo eso era una mísera parte de una exposición titulada: El arte del engaño (Efectos especiales no digitales en el cine).
Una flecha indicaba que la exposición continuaba en el piso superior, así que subí las escaleras y después de atravesar dos puertas cristaleras entre en un mundo mágico que advertía que lo que iba a ver en su interior podía herir mi sensibilidad. ¡Qué miedo!. ¿Qué iba a encontrar?. La emoción de lo desconocido me embargaba, Teo pero yo soy una valiente y una frase así no iba a impedir mi entrada.
Lo primero que vi al entrar fue unas pantallas de televisión que mostraban películas antiguas como “King Kong” o "Jasón y los argonautas"
