"Arthur y la venganza de Maltazard"

El argumento: Arthur está muy contento porque esta noche termina el décimo ciclo de la luna y por fin podrá regresar a la tierra de los Minimoys para reencontrarse con Selenia. En la aldea de los Minimoy han preparado un enorme banquete en su honor y la pequeña princesa se ha puesto su vestido de pétalos de rosa para la ocasión.
Pero el padre de Arthur escoge justo este día, que lleva tanto tiempo esperando, para anunciar que acortan sus vacaciones y adelantan la marcha de casa de la abuela. Cuando la familia está a punto de marcharse, una araña deposita un grano de arroz con un mensaje de socorro en la mano de Arthur.
Eso sólo puede significar una cosa… ¡Selenia está en peligro! Arthur no se lo piensa dos veces y decide ir en su rescate. Aunque para ello tenga que improvisar un arriesgado camino, cayendo primero en el bar de Max, topándose con las tropas de Kröb, el nuevo tirano de los Siete Reinos, salvarle la piel a Betameche, luchar contra ratas, ranas y arañas peludas… Sólo para descubrir, cuando llega a la aldea de los Minimoy, que ellos no le habían mandado el mensaje.

No conviene ver: Película infantiloide de relleno para estirar el chicle de la original. Los muñecos no tienen gracia y no tiene ningún estímulo la aventura en la que se introduce el niño protagonista. Un proyecto en el que se nota que se ha dividido parte del metraje para hacer una tercera película que llegará el año que viene. Por ello el argumento es muy vacío y sólo tiene algo de interés lo que se parecen Freddie Highmore, el niño de “Descubriendo Nunca Jamás”, a su padre en la ficción, y la parte de acción real porque la animada no tiene gracia ninguna y los bichejos están mal hechos y quedan inexpresivos. Mia Farrow anda perdida como la abuela del niño protagonista en una película vacía, aburrida y prescindible.

Conviene saber: Segunda parte de la trilogía de los Minimoys creada por Luc Besson tras “Arthur y los Minimoys”.

La crítica le da un CUATRO