"Godzilla"

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El argumento: Un monstruo marino, producto de mutaciones radioactivas, se enfrenta a malvadas criaturas que, animadas por la arrogancia científica de la humanidad, amenazan la vida de los hombres.

Conviene ver: "Godzilla" ya tiene nueva versión y lo peor que se puede decir sobre ella es que no mejora a la película de Roland Emmerich de finales de los 90. Esa tenía un punto más divertido que este producto que luce poco mejor que una serie B y en el que su estupendo reparto no termina de destacar, aunque la verdad es que esta cinta intenta acercarse más al original nipón de hace 60 años (dentro de todo lo que puede hacerlo una producción hollywoodiense) que, no obstante, ha intentado dar cierta libertad a la hora de que la impronta del director pueda quedar reflejada acercándose más al Spielberg de "Tiburón" o "Parque Jurásico". Destrucción y destrucción entre terremotos y tsunamis en una deslavazada propuesta en la que el mensaje ecologista queda demasiado camuflado (aquí manda la natulareza más que el desastre nuclear) y lo único interesante es la presencia del monstruo y los tramos en los que Bryan Cranston toma el protagonismo, ya que no se puede decir lo mismo de un soso Aaron Taylor-Johnson, y es que esa sensación favorece y perjudica respectivamente a las actrices que comparten escenas con ellos, Juliette Binoche y Elizabeth Olsen. Ken Watanabe sobrevive a un personaje cliché. Se agradece, en cambio, que se dé una mayor importancia a la parte humana y emocional de la historia, aunque sin llegar al punto de "Lo imposible", intuyéndose la presencia de la criatura marina que no termina de explotar hasta el final, manejando bien la tensión, aunque no puede evitar ser una película que no destaca en ningún aspecto y que, además, se pasa de pretenciosa con unos actores perdidos y una trama que aburre. Digna pero con sabor a decepción, como le ocurriera a su prima hermana "Pacific Rim", que se ve bien pero que no deja nada para el recuerdo salvo, quizás, una destacable banda sonora de Alexandre Desplat que cobra protagonismo en la parte del desenlace. Oportunidad desaprovechada por lo que después de esto parece que el monstruo volverá a las aguas durante una buena temporada.

Conviene saber: Puesta de largo del director Gareth Edwards tras su alabada “Monsters” (2010).

La crítica le da un SEIS