"La piel que habito"
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Leer un guión de cine es una experiencia curiosa casi siempre, en este caso ofrece también detalles que van más allá de la película, o que se han quedado perdidos al verla. No sería extraño que a muchos lectores les gustara más leer este guión que ver la propia película y, en cualquier caso, su interés es independiente de haberla visto o no.
Título: “La piel que habito”
Autor: Pedro Almodóvar
Prólogo de Vicente Molina Foix
Editorial: Anagrama
Nota de la Redacción: No es raro escuchar en el ambiente cinematográfico o televisivo la expresión siguiente: “Yo es que soy muy malo leyendo guiones”. Puede ser, pero es más probable que el malo sea el guión. Al margen de que el resultado sea una película interesante o no, el guión ha de ser capaz de resultar expresivo y sintético al mismo tiempo. Lo publicado por Anagrama contiene esas dos cualidades. Su lectura es ágil y clara, los detalles psicológicos, ambientales y de movimiento son precisos. El resultado es una historia bien contada.
Al prólogo cinéfilo de Molina Foix, sigue el guión y luego algunos comentarios de Almodóvar sobre el proyecto y el proceso…
“Durante unos meses pensé seriamente hacer una película muda, en blanco y negro, con letreros donde aparecieran las descripciones y los diálogos. Y rendir tributo a Fritz Lang y a Murnau. Después de dudarlo durante meses, decidí tomar mi propio camino y dejarme arrastrar por la intuición, al fin y al cabo es lo que siempre he hecho, sin la sombra de los maestros del género (entre otras razones porque no sé a qué género pertenece esta película)”.
El guión contiene varias secuencias que no fueron rodadas, muchos detalles de objetos que encierran símbolos, a menudo complicados de captar para el espectador convencional, y también homenajes que solo el autor puede revelar…
“Incluso Buñuel tiene su propia cita, en la primera imagen de la película. Es una vista general de la ciudad de Toledo, que sitúa el espacio y el tiempo de la narración. El Cigarral está situado a 4 km de Toledo. Para presentar la ciudad coloqué la cámara, previa información, en el mismo lugar en el que cuarenta años antes Luis Buñuel la había colocado en Tristana para hacer un plano general de la ciudad. He intentado repetir ese plano, en homenaje al maestro”.
Bastan estas dos páginas del guión para conocer la forma del texto…
