Querido Teo:

* Hollywood sigue lleno de nubes de sospecha sobre un gran número de estrellas relacionadas con el acoso tanto como víctimas como verdugos mientras otro sector de la industria habla ya de la doble moral de ese puritanismo que está haciendo pagar a justos por pecadores y que está metiendo a todos en el mismo saco; violando cierta presunción de inocencia y sin discernir lo que es obra profesional de vida personal. Así estalló el caso de Aziz Ansari (ganador del Globo de Oro por “Master of none”) en el que una joven actriz reveló el desenlace de una frustrada cita romántica, una Sharon Stone que fue víctima de ese acoso en Hollywood congénito, y del que nadie hablaba hasta ahora aunque todos eran conscientes y cómplices de ello, o la reapertura del caso de Dylan Farrow, presuntamente víctima de abusos por parte de Woody Allen cuando tenía 7 años y que fue un caso archivado en su momento por lo que se llamó “un informe sin credibilidad”. Todo ello ha provocado que nombres como Colin Firth, Rebecca Hall, Greta Gerwig, Ellen Page o Timothée Chalamet hayan declarado que se avergüenzan de haber trabajado con el director y que donarán el salario recibido por rodar con él a causas solidarias.