"Sumario 3/94"
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El argumento: Año 1994. Un joven de 18 años recorre los programas de sucesos de televisión. Allí relata que su padre ha sido encarcelado por un asesinato que no cometió. La pesadilla comenzó en Ibi (Alicante), cuando la Guardia Civil encuentra el cadáver de una anciana, vecina suya. El padre de Vicente es condenado a casi treinta años de cárcel. Cuando su padre sale de prisión, Vicente recupera las cintas de vídeo que empezó a filmar cuando su padre fue condenado y consigue acceso al sumario del caso: ha decidido reapropiarse de la historia y dar la oportunidad a su padre de que su voz sea, por fin, escuchada.
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Sumario 3/94: Escenas de un proceso, por Arturo Tena, en Cine con Ñ. 10 de diciembre, 2024
El caso de un hombre encarcelado por un crimen que no cometió se convierte en una película brillante, fuera de las lógicas del 'true crime', sobre la España de los 90 y la digestión de un trauma familiar
Sumario 3/94 recoge el caso de Vicente Arlandis, un hombre que pasó 13 años en prisión por un crimen que no cometió. Desde que se le llevaron detenido en su pueblo de Alicante (Ibi) en 1994, su hijo, también llamado Vicente, luchó por defender la inocencia de su padre. Ahora, ya con Vicente padre fuera de la cárcel, Vicente hijo reconstruye el caso junto a su protagonista y sus víctimas.
Con Sumario 3/94 Abel García Roure ha hecho una película que parece mezclar dos maneras de entender el documental o la no ficción. Por un lado, el relato archivístico y testimonial clásico de los hechos que llevaron a Arlandis a la cárcel. El caso, casi paso a paso. Por otro, en una vertiente más vinculada al documental creativo o centrado en lo expresivo, la reconstrucción escénica y emocional de algunos de los hechos claves del mismo, guiada por Vicente hijo. Es él, investigador artístico y performer que ya contó el caso en un montaje teatral, el que recompone lo ocurrido junto al protagonista, su madre y el resto de su familia.
Y digo parece porque en realidad García Roure (La línea invisible) hace que estas dos patas de la no ficción, que nos hacen creer que no tienen nada que ver, se difuminen y creen algo nuevo, como también pasa en las películas de su maestro José Luis Guerín, su compañero Isaki Lacuesta o Elías León Siminiani. Aquí la clave, lo que hace que la película coja vuelo, está en la manera de incorporar las artes escénicas al relato personal del caso y en cómo se relaciona todo ello con el contexto en el que se produce la injusta condena a Arlandis.
Una de las cosas más interesantes de la película de García Roure es lo mucho que habla del contexto histórico y social en el que se produjeron los hechos sin mencionarlo siquiera. La psicosis social y policial que se vivió a partir del crimen de Alcàsser; la espectacularización mediática de los casos; las diferentes mentalidades y /o aspiraciones vitales entre la generación que venía de la España del franquismo y las nuevas que aparecían en los 90… todo eso marca claramente lo que cuenta Sumario 3/94, pero nadie te lo dice a cámara de forma explícita.
En muchos sentidos, Sumario 3/94 retrata en retrospectiva el mismo país que Valenciana (Jordi Nuñez, 2024) u otras películas recientes sobre la época en el territorio, pero desde una forma menos «ejemplificadora». Gracias a distintos elementos y detalles (el montaje en su juego con el archivo, su espectáculo introductorio y su final, la música «rutera», detalles relacionados con la vida en Ibi, cómo se trató el caso por parte de las autoridades, la personalidad del condenado….), este subtexto va apareciendo, de forma nada casual, para el que lo quiera ver.
Para el que no le interese demasiado o no perciba ese trasfondo, García Roure deja un generoso espacio también a la crónica ordenada de lo sucedido, para que el interesado en conocer al detalle el caso de Arlandis pueda completar su puzle sin perder detalle ni cronología. Repito: del caso de Arlandis, no del asesinato en sí mismo. El director es muy hábil también en salirse del centrifugado del true-crime y pasar del morbo.
En toda esta conversación y narración se cruza también la reconstrucción mencionada de los hechos. Arlandis hijo y Paula Miralles, algo así como la extensión del propio García Roure en plano al ser la única mirada «externa» a la familia y el caso, hacen pequeñas escenificaciones de lo ocurrido a partir de documentos oficiales (detalles policiales, el juicio) y de cómo eso contrasta o se pone en relación con la versión de Arlandis padre.
Lo interesante de la película es que no juega a la veracidad o la inmersión total, sino que se sirve de una reconstrucción desnuda (se leen los papeles, los escenarios son humildes y austeros, sin prácticamente objetos) para dejar a la vista de la cámara otra cosa: la relación de un grupo de personas, un grupo de afectos entrelazados, con esos hechos «probados» que ocurrieron hace 30 años. Qué se rompió, qué se mantuvo y qué quedó tras todo aquello, desde una cara en primer plano a un zoom sin fin.
Al final, Sumario 3/94 no es tanto la historia de un hombre que estuvo injustamente encarcelado por un crimen que no cometió, que también, sino más bien una herramienta en forma de película (o al revés) para que una familia pueda terminar digerir, a su manera y no la que le impusieron entonces las circunstancias, unos hechos determinados y todo el sufrimiento que causaron. Una vez puesto un punto y final a todo aquello es cuando la vida puede seguir su transcurso. Sin estridencias ni piruetas, uno de los documentales españoles del año.