Querido Teo:

* Es habitual ver en el cine adaptaciones de la obra de Jane Austen y, aunque “Emma” no sea una de las más explotadas, se recuerda con agrado la versión de 1996 que catapultó a Gwyneth Paltrow. Ahora llega una nueva película sobre esta historia con Anya Taylor-Joy como protagonista. Guapa, inteligente y rica, la joven Emma Woodhouse es una reina sin rival en su pequeño pueblo que decide ayudar a los lugareños para que lleven una vida tan perfecta como la suya en plan casamentera metomentodo. El guión de la adaptación de la novela de 1815 corre a cargo de la novelista ganadora del premio Booker, Eleanor Catton, que en el año 2013 se convirtió en la más joven en recibir el prestigioso galardón.

Querido primo Teo:

* Convertir el defecto en virtud, o el error en aliciente. Y es que el reparto de "Downton Abbey" se ha marcado un tanto aprovechando el fallo anacrónico que hubo en una foto promocional de la quinta temporada. Allí encontrábamos a Lord Grantham y a su hija Edith delante de la chimenea. Un cuadro de fondo y en la repisa varios jarrones y… ¡una botella de agua de plástico! Un despiste que de repente se propagó por las redes sociales pero que el equipo resolvió con rapidez. El reparto ha posado conjuntamente, todos ellos con una botella de agua en la mano y con fines benéficos apoyando el trabajo de la ONG WaterAid que lleva el agua potable a países en desarrollo que lo necesitan. Imágenes de la nueva tanda de capítulos, que llegarán al Reino Unido el 21 de Septiembre, aquí con la novedad de que George Clooney sigue los pasos de Shirley MacLaine y Paul Giamatti y tendrá una aparición especial en el capítulo de Navidad que cerrará esta quinta temporada.

Querido primo Teo:

* Abrimos el repaso a los kioscos con un Tom Hardy “bello da morire” en el número de Mayo de Esquire. La revista publica en un recuadro la imagen que estaba prevista inicialmente como única portada junto a estas palabras: "Cuando estábamos terminando esta portada con Lake Bell, este tipo decidió quitarse también la camiseta". Hardy intenta desmarcarse de la imagen que proyecta ("no me siento muy varonil. No me siento fuerte ni resistente en la vida real, no como me imagino que debería ser un hombre") e intenta convencer de que lo suyo es puro teatro: "La gente que es siniestra me aterroriza pero puedo imitarlos. No soy un luchador, sólo soy un pequeño niño burgués de Londres. No peleo, actúo".