"El salto"

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El argumento: Ibrahim llegó a España desde Guinea Conakry y ahora tanto su vida como su familia están en Madrid. Un día fue detenido por la policía y deportado a su país de origen por carecer de permiso de residencia. A partir de ese momento, su único objetivo será regresar a España. Tras recorrer África, se instala en un campo de refugiados situado entre África y Europa. Allí conoce a Aminata, una chica decidida a saltar la valla y entrar en España. Sin embargo, se trata de una hazaña física que no todo el mundo es capaz de lograr.

Conviene ver: “El salto” es el nuevo trabajo del inclasificable Benito Zambrano que nos lleva al drama de la inmigración en general y la valla de Melilla que separa a África de España en particular. Una película digna pero que sufre ser abordada con cierto esquematismo tanto en lo argumental como en lo visual. Hay buenas intenciones pero la cinta peca de ingenua e ilusoria con el fin de denunciar sin ofender y conmover pero sin pasarse de sensiblero. Eso le hace quedarse en tierra de nadie sin fuerza y sin vigorosidad y sin el caldo de cultivo necesario para que sus protagonistas generen empatía. Una pena teniendo en cuenta que muchos de los que aparecen en pantalla han vivido esa misma situación. Estereotipada y sobreexplicada abusa de didactismo y de pretender moralizar removiendo conciencias faltando fuerza, nervio y emoción para ello. Un visionado inane para un trabajo discreto y poco matizado que seguramente, más preocupado por la denuncia que por el ejercicio cinematográfico en sí, ha desaprovechado el mayor potencial que encerraba esta historia sobre uno de los grandes problemas de nuestro tiempo y tara persistente del tan cacareado estado del bienestar en el que tantas personas quedan puestas en peligro fruto de la desesperación por conseguir una vida mejor y que, no por conocido, ha dejado a las sociedades favorecidas insensibilizadas y mirando a otro lado. Por eso cintas como ésta son valiosas por su interpelación y también por su canto de solidaridad aunque el resultado se quede corto y quede en el aire todo lo que hay después de ese salto que, no por menos físico, no queda exento de dificultad.

Conviene saber: 25 años de su celebrado debut con “Solas” (1999), Benito Zambrano aborda su sexto largometraje.

La crítica le da un CINCO