"La hija del tiempo"

"La hija del tiempo"

1 Sarcofago2 Sarcofagos3 Sarcofagos4 Sarcofagos5 Sarcofagos (1 votos, media: 4,00 de 5)
Cargando...

Deja tu comentario >>

Os quiero sugerir un libro escrito a mediados del siglo XX que ejemplificó la altura que podía llegar a alcanzar el género de la novela de detectives. Para muchos "La hija del tiempo" fue un descubrimiento y en 1990, muchos años después de ser escrita, fue reconocida como la mejor novela de misterio en inglés por The Crime Writers’ Association de Gran Bretaña. En castellano se tradujo en 2012 y lo han publicado varias editoriales desde 1985.

Título: "La hija del tiempo"

Autor: Josephine Tey

Editorial: RBA

"La hija del tiempo" gira en torno a Ricardo III, el personaje histórico que ha representado más veces la maldad absoluta en la literatura, los escenarios y las pantallas desde que una supuesta biografía de Tomás Moro y el sensacionalismo de Shakespeare lo condenaron.

Aunque la escocesa Josephine Tey, seudónimo de Elizabeth Mackintosh, pertenece por edad al momento dorado de las novelas de misterio, tanto su detective (el inspector Grant) como los temas que trata la hacen original y sorprendentemente moderna frente a sus contemporáneos. Tey se documenta mejor, con más rigor y minuciosidad que sus colegas, "La hija del tiempo", por ejemplo, podría pasar por una investigación de historiadora sobre los prejuicios acumulados, de hecho, uno de sus personajes principales es un historiador. El fondo histórico y la denuncia de la mentira son elementos constantes en su obra; otros son su sentido del humor y su capacidad para reflejar caracteres.

El inspector Grant se recupera de un accidente en la cama de un hospital cuando una amiga actriz le trae una serie de litografías y retratos de personajes históricos porque conoce su afición por analizar rostros y sabe que se aburre. La imagen que más llama su atención es la del último Plantagenet, acusado de mandar asesinar a sus dos pequeños sobrinos para acceder al trono. El inspector decide entonces aplicar las técnicas policiales al asunto y buscar el origen de acusación semejante. El resultado responde a una pregunta que se hace el inspector: ¿Pueden estar 40 millones de libros de texto equivocados?

Grant conoce los intereses políticos que se esconden detrás de certezas falsas, pero que se reproducen hasta el presente. Son una constante muy valorada por los políticos populistas y los nacionalismos de todo tipo.

"— Si va al sur de Gales le contarán que, en 1910, el Gobierno envió soldados para que dispararan contra los mineros que iniciaron una huelga por sus derechos. Probablemente oirá que el responsable fue Winston Churchill, que por aquel entonces era Ministro del Interior. ¡Le dirán que el sur de Gales jamás olvidará Tonypandy!

El aire displicente de Carradine se desvaneció.

— ¿Y no fue más o menos así?

— Los hechos se desarrollaron de la siguiente manera: la gente más violenta del valle de Rhondda se había descontrolado. Desvalijaban las tiendas y destruían propiedades. El jefe de policía de Glamorgan solicitó al Ministerio del Interior que enviara soldados para proteger a los señores feudales. Si un jefe de policía considera que una situación es lo bastante grave para pedir ayuda al ejército, un Ministro del Interior no tiene muchas opciones. Pero a Churchill le horrorizó tanto la posibilidad de que los soldados se enfrentaran directamente a la multitud y tuvieran que disparar contra ella que impidió el envío de tropas y mandó a un grupo de la policía metropolitana normal y corriente, armado tan solo con sus impermeables remangados. Se mantuvo a los soldados en reserva, y solo aquellos policías desarmados mantuvieron contacto con los agitadores. Lo único que derramó sangre allí fueron unas pocas narices. El Ministro del Interior fue duramente criticado en la Cámara de los Comunes por su «intervención sin precedentes». Eso fue Tonypandy. Esa es la matanza militar que Gales no olvidará en la vida.

— Vaya —respondió Carradine, pensativo—. Recuerda mucho a lo de Boston. Se da bombo a una minucia con fines políticos.

— El problema no es que haya un paralelismo, sino que todos los que estuvieron allí saben que la historia es falsa y, sin embargo, jamás se ha desmentido. Es una historia absolutamente falsa que ha adquirido tintes de leyenda porque los hombres que lo sabían miraron hacia otra parte y no dijeron nada".

Hoy, la desaparición de los infantes y herederos de la Casa de York sigue siendo un misterio. Nadie puede confirmar o desmentir con certeza qué ocurrió con los hijos de Eduardo IV, ni si Ricardo III fue realmente el ser vil y bárbaro que llevaba a Inglaterra al desastre. Otros documentos históricos que datan de tiempos de Ricardo III contradicen esta imagen y le tachan de buen estadista y hombre justo con su familia. Esta paradoja histórica es la que utiliza Josephine Tey para plantear el misterio que se esconde tras "La hija del tiempo". Desde el siglo XVI la culpabilidad presunta de Ricardo III y su personalidad malvada, han sido puestas en duda en varias ocasiones, pero lo cierto es que los libros de texto a los que se refiere la novela son una realidad que confunde a los estudiantes ingleses sobre su propia Historia.

La novela está encabezada por un viejo proverbio que justifica el título: La verdad es la hija del tiempo, aunque la cita completa es en realidad «la verdad es hija del tiempo, no de la autoridad». Si te interesa la Historia de Inglaterra y has disfrutado con las versiones teatrales o cinematográficas sobre Ricardo III, disfrutarás "La hija del tiempo".

Carlos López-Tapia

¿Compartes?:
  • email
  • PDF
  • Print
  • RSS
  • Meneame
  • del.icio.us
  • Facebook
  • Google Bookmarks
  • Twitter
  • FriendFeed
  • LinkedIn

Comentarios

Suscríbete
Notificar
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
0
Me encantaría conocer tu opinión, comenta.x
()
x