Sitges 2017: Conflicto en Bosnia, el fin de "Outrage" y una comedia que descarrila

Querido primo Teo:

Me está pasando factura este Festival. Debido a mi estado ahora me están picando todos los mosquitos (hace un calor horroroso) que no me han picado en la vida y mi salud gastrointestinal lleva resentida desde hace días, pero bueno, vamos sobreviviendo y organizándonos para ver películas pudiendo descansar y comer con calma.

Empezamos el día con "The maus", una compleja historia que ha provocado momentos de risa entre la platea, risas que yo no he entendido porque el tema no tiene nada de chiste. Una pareja, bosnia ella, alemán él, se pierden en un bosque de Bosnia de camino al aeropuerto. La protagonista lleva un amuleto heredado de su padre, muerto en el conflicto de los Balcanes, pero no parece que le vaya a servir de mucho. En su camino se cruzan dos hombres serbios que mostrarán su cara más cruel con los dos jóvenes.

Los planos cortos y la ubicación (un bosque y un refugio lúgubre) provocan una situación de angustia constante en el espectador, hecho que no es casualidad. De esa manera se puede sentir el pesar sentido por aquellos que sufrieron el conflicto en sus carnes. Conflicto que sigue aún en nuestros días, sentido de diferente manera por aquellos que lo vivieron y cuyas secuelas siguen presentes y los que no. Curioso el final del film, que me ha costado entender (he de ser sincera) pero una vez esclarecido me ha permitido confirmar que lo que había estado viendo es una magnífica película.

"Outrage coda", el film de Takeshi Kitano, pone fin a la trilogía "Outrage" que los fans de Sitges han podido disfrutar a lo largo de estos años. Yakuzas, asesinatos (algunos con aplausos incluidos) y sangre son básicamente el punto fuerte de esta película con infinidad de personajes que puede suponer al espectador perderse en más de un momento por no saber de quien se trata.

Y acabamos con "Black hollow cage", una comedia desternillante. Sí, no me he equivocado de Festival. La cosa no pintaba bien ya desde el momento en el que el director ha subido a presentar la película. 15 minutos clavados (sí, 15 minutos) de discurso que destilaba prepotencia por todos los lados. Incluso ha habido un espontáneo que ha empezado a aplaudir sin dejarle acabar de hablar para ver si se daba cuenta que lo que quería la gente era ver la peli y ni con esas, ha seguido hablando un rato más.

El film tiene cierto interés durante los dos primeros minutos, donde podemos ver un plano secuencia que hacía presagiar que íbamos a ver algo bueno. Ni pensarlo. A partir de ahí cuesta abajo y sin frenos. Una historia sin sentido salpicada de bucles temporales, personajes desdibujados, interpretaciones pésimas, un perro parlante y una lentitud soporífera que ha provocado la espantada de unas 15 personas (que yo tuviera en mi campo de visión). Al final la gente se reía a carcajadas, algo nunca visto en una película que se supone que no tiene nada de cómico. Es lo que provoca estar viendo un despropósito.

La lástima ha sido que el director, después de soltar su speech, se ha largado. Hubiera sido antológico que escuchara las reacciones de la platea. Pero bueno, seguramente haya leído las críticas que le han ido cayendo por Twitter nada más acabar la producción. Para hacerte una idea de lo que he visto. ¿Te acuerda de lo que puse el año pasado refiriéndome a "El ataúd de cristal"? Pues al lado de ésta, aquella es una obra maestra.

Tu prima.
Imogen