"Sketch. Cuidado con lo que dibujas"

La web oficial.

El argumento: Cuando los peculiares dibujos de una niña cobran vida, dejado una estela de caos y polvo de lápices de colores, una familia en duelo tiene que unirse para luchar contra ellos. 

Conviene ver: "Sketch: Cuidado con lo que dibujas" se presenta como un ejercicio refrescante dentro del cine juvenil de aventuras y fantasía, capaz de evocar la estética ochentera de Amblin sin depender de franquicias multimillonarias. Seth Worley demuestra habilidad como artesano cinematográfico: maneja con destreza los movimientos de cámara, los contraplanos y los efectos especiales, incluso con recursos limitados, para explorar el duelo infantil y la proyección de los miedos a través de los dibujos que cobran vida. La película equilibra bien lo fantástico y lo terrorífico, logrando que el público infantil pueda disfrutar de la aventura sin sentirse sobreexpuesto, y ofreciendo también un entretenimiento atractivo para los adultos acompañantes. Entre sus mayores virtudes está la imaginación visual: los monstruos y criaturas que emergen de los lápices, rotuladores y ceras de Amber poseen personalidad propia, creando un mundo donde la fantasía y la emoción se entrelazan. La dirección de Seth Worley mantiene un tono ágil y humorístico, apoyándose en un ritmo acelerado que asegura que no haya momentos muertos y que la atención del espectador se mantenga firme. Los niños protagonistas, especialmente Bianca Belle y Kue Lawrence, transmiten ternura y credibilidad, conectando emocionalmente con la audiencia y reforzando el mensaje central sobre la aceptación de los propios sentimientos y la necesidad de apoyarse en la familia. Pero la película muestra limitaciones notables. A medida que avanza, depende demasiado de la repetición de persecuciones y gags visuales, dejando que el componente emocional quede relegado a un segundo plano. La historia familiar, que podría haber aportado profundidad al relato, se diluye frente al despliegue de criaturas y situaciones alocadas. Algunos personajes adultos, como el encarnado por Tony Hale, cumplen su función pero podrían haber ofrecido un contrapunto humorístico más consistente. Además, la película no logra un tono completamente uniforme: oscila entre la aventura fantástica y el sketch cómico prolongado, lo que puede afectar la percepción de coherencia narrativa. En términos técnicos brilla: la integración de los dibujos en la acción real es convincente, la fotografía utiliza colores vivos para transmitir energía y optimismo, y el montaje dinámico refuerza la sensación de movimiento constante, aunque a veces el exceso de ritmo impida apreciar toda la inventiva visual. La película logra que la fantasía sea creíble, mientras mantiene un trasfondo emocional que aborda el duelo y la reconciliación familiar de manera sutil, sin caer en moralinas ni en sensiblería innecesaria. Supone una experiencia fresca y divertida, ideal para un público familiar que busque entretenimiento colorido y con cierta profundidad emocional.

Conviene saber: Primer largometraje de Seth Worley. 

La crítica le da un SEIS