"El clan de hierro"

"El clan de hierro"

1 Sarcofago2 Sarcofagos3 Sarcofagos4 Sarcofagos5 Sarcofagos (2 votos, media: 3,50 de 5)
Cargando...

Deja tu comentario >>

La web oficial.

El argumento: Basada en la vida de los inseparables hermanos Von Erich, que hicieron historia en el competitivo mundo de la lucha libre profesional a principios de la década de los 80. A través de la tragedia y el triunfo, bajo la sombra de su dominante padre y entrenador, los hermanos buscan la inmortalidad en el escenario más importante del deporte.

Conviene ver: "El clan de hierro" se adentra en la dinastía de los Von Erich (en realidad Atkinson), familia clave en el mundo de la lucha libre en los primeros años 80. Un mundo salvaje marcado por la toxicidad de un progenitor que tiene a sus vástagos (eran cinco pero la película omite a uno de ellos sin contar a otro hermano que murió con 7 años) como una forma de extender su apellido en este entorno y que les explota hasta la extenuación convirtiéndoles en marionetas de una corporación final en la práctica que les ha alienado y en la que ya no saben que hay de vocación y de pasión y que de inercia y de explotación. Una cinta que podría haber sido kitsch o paródica por esa estética de la época, entre pelucones y bíceps, pero que es sólida y equilibrada sabiendo explorar el conflicto dramático de la historia, tanto dentro del ring como fuera, aunando verosimilitud sombría pero también corazón sabiendo conmover ante la diatriba de unos niños grandes intentando escapar de su yugo y de una maldición de la que sus padres les han intentado hacer escapar, tanto con la lucha competitiva y violenta como vía de escape y de gloria como con la fe en Dios como refugio frente a las dudas y la zozobra.

Sean Durkin explora la negritud moral, algo común en su filmografía, a través de una atmósfera tan subyugante como perturbadora en el que hay mucha ambigüedad con unas motivaciones nunca claras en unos personajes intrigantes y con matices. Es por ello que su cine no explora lo obvio sino que es capaz de ir más allá invitando al espectador a descubrirlo. Un director que ha explorado el drama de personajes y el thriller psicológico y que aquí nos presenta una tortuosa tragedia familiar en el que el efímero auge es sólo la nota disonante de una fatalidad que acaba impregnando a los personajes incapaces de respirar tanto dentro de esa pecera como fuera de ella al respirar un aire que le es ajenos a ellos habiendo convertido su pasión y profesión en tortura y condena en la que no es más que una representación guiñolesca de una frustración destructiva. Un culto a la testosterona hacia su trágico destino marcado por esa cultura inculcada de que es el músculo y la lucha lo que hace fuerte al hombre y no unos sentimientos que la sociedad de la época obliga a reprimir más cuando se trata de un mundo en el que no se permite flaquear y la vulnerabilidad resta puntos.

Un trabajo que explora la mala digestión del éxito y la masculinidad mal entendida en una cinta que se queda a medio gas en lo narrativo, obvia y poco sorprendente, pero que destaca por el poder visual de un Sean Durkin que se gusta detrás de la cámara con una puesta en escena llena de virguerías y precisión introduciendo al espectador en esa atmósfera malsana y funesta con un grupo de actores que está estupendo exprimiendo al máximo unos personajes poco definidos (con unos hermanos que no terminan de generar caldo emocional entre ellos a pesar de estar en el mismo barco primando la teatralización que rodea a esta práctica más que el intimismo entre ellos) neutralizados como están por su entorno y maldición dinástica en este drama humano de un padre avasallador que ejerce de entrenador tiránico (Holt McCallany), una madre anclada en la religión y maniatada por ello (Maura Tierney) y unos hijos convertidos en meros peleles, entre depresiones, adicciones y falta de personalidad, como piezas del engranaje de una factoría para dar culto y ego al apellido (Zac Efron, Harris Dickinson, Jeremy Allen White y Stanley Simons). Una cinta que podría haber sido más contundente pero que es un azote a las miserias morales de tres de los bastiones de la cultura usamericana con cimientos más débiles y sórdidos de lo que habitualmente se ha intentado vender; la superación personal, la religión y la familia.

Conviene saber: Mejor reparto en los premios de la Junta Nacional de Críticos (NBR) 2023.

La crítica le da un SIETE

¿Compartes?:
  • email
  • PDF
  • Print
  • RSS
  • Meneame
  • del.icio.us
  • Facebook
  • Google Bookmarks
  • Twitter
  • FriendFeed
  • LinkedIn

Comentarios

Suscríbete
Notificar
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
0
Me encantaría conocer tu opinión, comenta.x
()
x