Mundo futuro: “Blade Runner” (1982), cine negro en formato de ciencia ficción
Querido Teo:
Es Noviembre de 2019 en "Blade Runner" y la Tierra está sumida en la decadencia medioambiental por culpa del cambio climático. Todo es oscuridad, lluvia y abandono, porque la gente emigra hacia las colonias exteriores y deja a su suerte las ciudades. Un ejemplo de ello es Los Ángeles, que es dibujada como una inquietante megaurbe distópica e inhabitable. En este futuro no tan lejano, la tecnología genética ha hecho posible la creación de humanos artificiales con vida limitada y recuerdos implantados, llamados replicantes, que son utilizados para trabajos duros fuera del planeta. En este marco se desarrolla la película, que tiene por protagonista a Rick Deckard, un ex Blade Runner, es decir, un policía especialista en “retirar” (entiéndase matar) a los replicantes díscolos, que con el tiempo han desarrollado sentimientos y autoconciencia, y, por tanto, deseos humanos, para bien y para mal. Deckard recibe el encargo de eliminar a cuatro de esos “pellejudos” que han escapado y vuelto a la Tierra, pero en su investigación policial acabará descubriendo secretos reveladores.