¿Qué fue de... Cliff Robertson?

Querido primo Teo:

Uno de los tópicos que tiene los Oscars es que a los académicos les encantan los personajes con taras, es decir, deficientes, alcohólicos, enfermos terminales y un larguísimo etcétera. Nuestro siguiente protagonista, Cliff Robertson, se alzó con el Oscar al mejor actor por interpretar a un deficiente en "Charly". Ocho años después, su carrera se vería seriamente afectada al verse implicado en uno de los mayores escándalos financieros de la historia de Hollywood.

Cliff Robertson nació en California hace 86 años. Iba para periodista pero abandonó los micrófonos de la emisora de radio en la que trabajaba por los escenarios de los teatros. Entró a formar parte de una compañía de teatro independiente, con la que tuvo la oportunidad de recorrerse buena parte de los Estados Unidos. El realizador Joshua Logan fue determinante en los inicios de Robertson, con él no sólo debutaría en los escenarios de Broadway sino que también lo haría en el cine con la película “Picnic” junto a William Holden y Kim Novak. Tras ella se convertiría en un rostro familiar gracias a su participación en “Hojas de otoño” junto a Joan Crawford, un título que le proporcionó muy buenas críticas y que le permitió acceder a otro tipo de proyectos de peso, con el que también gozaría del éxito de crítica y público como “Domingo en Nueva York” junto a Rod Taylor y una jovencísima Jane Fonda. Al mismo tiempo se dejaba ver en la pequeña pantalla en series como “Dimensión desconocida”, “Los intocables” o “Batman”. En el año 1966 se haría con un Emmy por su trabajo en el espacio televisivo “Bob Hope presenta”. Cliff Robertson se había revelado como uno de esos intérpretes que probablemente no se iban a convertir en una auténtica estrella de Hollywood, capaz de congregar a los espectadores en las salas de cine, pero sí que eran capaces de demostrar su solvencia en cualquier tipo de proyectos. Tal vez por eso el mismísimo John Fitzgerald Kennedy le eligió para que le interpretara en el film “PT 109”.

Cliff Robertson había protagonizado una versión televisiva que se hizo de la obra “Días de vino y rosas”, lo hizo en un espacio de gran éxito en la televisión usamericana que se llamaba “The United States steel hour”, que era como los clásicos “Estudios 1” de TVE. Cuando la obra se llevó a la gran pantalla, a Robertson le pesó muchísimo que se eligiese a Jack Lemmon y no a él. Así que aprendió rápido la lección y cuando en 1961 protagonizó para el mismo espacio televisivo una adaptación de la obra “Flores para Algernon” de Daniel Keyes compró los derechos para llevar la historia a la gran pantalla. El bombón se llamaba Charlie Gordon, un retrasado mental que desea aumentar su inteligencia y que se somete a un experimento para conseguirlo. En 1968 se estrenaría “Charly”, la versión cinematográfica de la novela de Keyes, bajo la dirección de Ralph Nelson. La cinta obtuvo un gran éxito de crítica y público y Robertson se alzaría con el premio de la National Board of Review y con el Oscar al mejor actor.

Después de ganar el Oscar su carrera comenzó a dar una serie de altibajos. Participó en títulos como “Los tres días del Cóndor”, que sí obtuvieron algo de éxito, pero por lo general no acertaba con sus proyectos. Encima se empeñó en llevar a cabo un film titulado “I shot down the Baron Rojo” en donde a modo de parodia interpretaba a un piloto homosexual que se enfrentaba al legendario Barón Rojo, Robertson es un gran aficionado a la aviación. La película nunca llegó a terminarse.

No llevar a cabo un proyecto no sería nada al lado de lo que se sucedería en el año 1977. Tras una inspección rutinaria, Hacienda le hacía saber que no había declarado un cheque de 10.000 dólares. Él aseguraba que tal cheque no existía y se abrió una investigación para esclarecer esta historia y se destapó uno de los mayores escándalos financieros de Hollywood, ya que se descubrió que David Begelman, por aquél entonces presidente de Columbia, se había encargado de falsificar el famoso cheque. Begelman perdió su puesto pero el gran perjudicado fue Robertson, que fue quien dio pie a la investigación, se le colocó en una lista negra y se le cerraron las puertas de la industria.

Tras una buena temporada castigado, regresó al cine con películas como “Star 80” y “Proyecto Brainstorm” y participó en series como “Falcon Crest”. Durante los últimos años desarrolló su carrera en la televisión y curiosamente sus últimos trabajos cinematográficos, la saga Spiderman en donde ha dado vida a Ben Parker, los ha hecho para la Sony, actual propietaria de Columbia, el estudio que en su día presidió el hombre que le hizo bajar momentáneamente a los infiernos.

Cliff Robertson se casó en dos ocasiones, con la actriz Cynthia Stone, de la que se separaría en el año 1960 y con la que tendría un hijo, y con Dina Merril, también actriz, con la que contraería matrimonio en el año 1966 y de la que se separaría veinte años después, con ella tuvo una hija.

Besos.
Mary Carmen Rodríguez