Hemos comenzado de nuevo la sección "El papelón de su vida" en el foro y el primero que ha sufrido el examen a toda una carrera es una vaca sagrada, Robert De Niro, ahora de actualidad con el estreno de "Asesinato justo". Ya decías que en la película crees que es superior a Pacino en su particular duelo. Nosotros te diremos que quedarse con un papel de su filmografía es algo muy complicado.
Pero la película elegida por la forería ha sido “Taxi driver”, cinta de 1976 en la que De Niro ya había ganado un Oscar por “El padrino II” y estaba en uno de los grandes momentos de su carrera. Queda como una de sus colaboraciones más logradas con Martín Scorsese con el que ahora va a volver a reunirse. Cuatro año antes de “Toro salvaje”, De Niro recreaba uno de sus personajes más recordables. El de Travis Bickle, un excombatiente de Vietnam que deambula por las calles de Nueva York a bordo de su taxi nocturno con el fin de superar la difícil readaptación a la vida diaria.
Scorsese retrata un Nueva York sórdido en el que se pretende analizar la mente humana y el origen psicológico de psicópatas como el que atentó contra Ronald Reagan, siendo una buena radiografía de la Usamérica postVietnam.
De Niro trabajo como taxista durante las cuatro semanas previas al rodaje para meterse en situación, pero no debió de haber aprendido como funciona el taxímetro porque de ahí viene uno de los gazapos más recordables de la película. En la escena del cliente cornudo en el Taxi, aparecen cinco tomas que muestran el contador de tarifa del taxi. Cuando Travis baja la bandera y el contador reinicia su avance, la primera lectura que se ve es de 065, más adelante vuelve a verse 065 (es decir, no avanzó), más adelante hay un close up al contador y se ve 275, en la cuarta toma se puede leer 075 y en la quinta de nuevo 065.
Los caracoles del bosque donde nos lleva esta serie comen unos pequeños gusanos que encuentran en el suelo. El gusano crece en el estómago del caracol y luego se mueve detrás de sus ojos, donde sigue creciendo. Los pájaros se comen al caracol y así el gusano pasa al estómago de los pájaros, donde pone sus huevos que serán excretados más tarde, y que acabarán de nuevo en el suelo del bosque, donde eclosionarán los pequeños gusanos que servirán como alimento para los caracoles. En este bosque aparece el cadáver de una adolescente y a partir de ese momento, veremos que gusanos, pájaros y caracoles son los únicos que no tienen nada que ocultar.
Michel Onfray es un habitual de France Culture, y no hay librería o biblioteca francesa bien alimentada que no tenga alguno de sus cincuenta libros; no parece haber nada que no despierte su curiosidad ni tema al que no le haya dedicado algunas páginas. Es también un apasionado de la Historia que nos ha hablado desde los libertinos barrocos hasta los ultras del Siglo de las Luces; ahora su libro más reciente se abre con una imagen sobre Pompeya de las mejores que he leído... y no han sido pocas.
Siempre tendentes a quedar eclipsados por los diseñadores de producción ahora son los decoradores los que piden paso y el Gremio al que pertenecen lanza sus primeros nominados entrando también en el juego de la carrera hacia los Oscar. El 31 de Marzo conoceremos a los ganadores.