"Minnesota"
¿En qué circunstancias cualquiera de nosotros podría transformarse en un asesino en serie? Es inquietante que las haya. Hay novelas que no se conforman con contar una historia y esta es una. Al margen de la serie de novelas que ha hecho popular a este escritor, y que el año que viene se estrenarán como serie de televisión, es la novela más incómoda y estimulante de Jo Nesbø, y también una de las más arriesgadas. El autor noruego más popular de la novela negra abandona su territorio habitual para situar la acción en el Medio Oeste de Estados Unidos, un lugar poco frecuentado por la ficción criminal internacional, pero clave para entender la América contemporánea. Allí, en un estado marcado por la herencia escandinava que afecta incluso a la propia familia del autor, el frío extremo y una identidad cultural muy reconocible (los hermanos Coen, Bob Dylan o Prince), Nesbø construye una historia que va mucho más allá de una cadena de asesinatos.
Título: "Minnesota"
Autor: Jo Nesbø
Editorial: Random House
Minnesota no es sólo un cambio de paisaje, del frío europeo al frío del Medio Oeste americano. Es una inmersión en una América lejos de Nueva York o Los Ángeles, en un territorio donde las raíces escandinavas, socialmente pacíficas, conviven con una violencia cotidiana asumida como parte del paisaje. "Minnesota" no empieza preguntando quién ha matado, sino por qué una sociedad acepta convivir con la violencia como si fuera una ley natural.
El mundo de las armas, sostenido por millones de americanos, sufrido por más de 40.000 personas cada año, las heridas sociales provocadas por los abusos policiales, el racismo, y un grupo de personajes tan bien construidos como suele hacer Nesbø, desde que se dio a conocer con "El murciélago". Un policía de homicidios y su compañera, un traficante sin escrúpulos, una camarera, un taxidermista, un vengador.
La novela se va moviendo entre 2022 y 2016, el año electoral en que el mundo apostaba por Hillary Clinton y se eligió a un defensor de la violencia, un matón infantiloide impensable no mucho tiempo atrás. En aquel año de certezas rotas, el inspector de homicidios Bob Oz investiga un asesinato que lo obligará a mirarse de frente y revisar sus valores. Oz es brillante, irónico, autodestructivo y difícil de querer. Un policía con la intuición intacta y una vida personal en ruinas, que bebe demasiado y siente demasiado, aunque finja lo contrario. A su lado, Kay Myers, detective afroamericana, disciplinada y eficaz, actúa como contrapeso ético y profesional. Es la voz de la resistencia silenciosa dentro de un sistema que suele llegar tarde y mal. Juntos recorren una ciudad donde la violencia armada y la resignación cotidiana forman parte del paisaje.
Pero Minnesota no se limita a la mirada policial. Tomas Nilsen, noruego emigrado, prepara un asesinato convencido de estar haciendo justicia. Su historia introduce una pregunta incómoda y central: en qué punto una víctima decide cruzar la línea y convertirse en verdugo. Frente a él, Marco Dante, traficante de armas, encarna la corrupción banal, el negocio de la muerte sin ideología ni remordimientos. Un personaje que aparece poco, pero cuya sombra lo contamina todo.
En 2022, un escritor noruego llega a Minneapolis para reconstruir aquel caso. Observa, escucha y toma nota. No juzga. Su presencia permite a Nesbø mirar a Estados Unidos desde dentro sin moralinas ni consignas. La comunidad noruega, las tradiciones congeladas en el tiempo, la taxidermia como metáfora de una sociedad que conserva lo muerto para no enfrentarse a lo vivo.
"Minnesota" habla de armas, de racismo, de herencia cultural, de culpa y de venganza, aunque hay también destellos de esperanza. Habla de cómo se fabrican los monstruos y de lo fácil que resulta no reconocerlos cuando se parecen demasiado a nosotros. Nesbø nos empuja por un tobogán controlado, pero cada vez más rápido, hasta un final sorprendente, coherente, profundamente humano, que muy bien podría ser subrayado con ópera.
Biblioteca sonora con la colaboración de Guillermo Orduna, Edith Rodríguez, Carlos Álvarez, Máximo Pradera y Pedro Miguel López
Carlos López-Tapia












