"Secretary" es un ave rara dentro del cine de una industria usamericana tendente más al recato y al puritanismo. Tuvo que ser el circuito independiente el que alumbrara esta película que se basa en una relación tortuosa, sadomasoquista y de dolor el puro placer sexual, apareciendo representado en la figura de Lee, una chica que encuentra la relajación en sus autolesiones que derivarán en una relación sado cuando trabaje como secretaria para las ordenes de un abogado que acaba de vivir un fracaso matrimonial.
Si Lee sustituye la autolesión por el sexo sadomasoquista, la figura del abogado encuentra en esta posibilidad que le aparece de la noche a la mañana como una vía para superar sus complejos de inferioridad frutos de un matrimonio que terminó. Aquí el amor no se traduce en besos, sino en azotes. Un amor violento con alguna escena de alto voltaje entre una chica que disfruta de su papel de sumisa frente al dominador, que curiosamente es finalmente el más débil de los dos ya que es quien cae atrapado en el juego y en la tela de araña elaborada por la protagonista.
Steven Shainberg, que años después rodaría “Retrato de una obsesión” con Nicole Kidman, definió a su película como la mayor perversión sexual americana. Nada extraño con un argumento políticamente incorrecto, como el caso de esta mujer que se realiza a través de la violencia inflingida sobre todo en el caso de los azotes en las nalgas. Y es que el director no quería hacer una película sexualmente explícita como otras que trataron también relaciones sado como "Portero de noche" o “El último tango en París” sino dibujar toda una carga erótica que está más en la mente de los protagonistas que en su plasmación real alejada de los cánones sexuales socialmente aceptados.
James Spader fue este abogado, antes de ser el de "Boston Legal", encadenando también un personaje con ciertas tendencias sexualmente plasmables como el voyeur que encarnó en "Sexo, mentiras y cintas de video". A pesar de todo, el mérito se lo lleva una Maggie Gyllenhaal que dejó de lado su imagen candorosa para ofrecer un personaje ávido de pasión, deseosa de dolor...
Pues he de confesar, compa Coronado, que cuando la ví en su día me resultó bastante decepcionante; tenía muy buenas referencias de ella, referencias que apuntaban a esas líneas que planteas en tu reseña, incidiendo en su carácter transgresor y en lo original de sus planteamientos, pero, personalmente, me pareció un ejercicio bastante más pretencioso que rompedor. En fin, cuestión de visiones.
Este sábado son los Goya 2021 y, por supuesto, a pesar de lo atípicos que son, como todo en este año, hacemos nuestra habitual previa de lo que puede pasar en la gran noche (confinada) del cine español de la mano de Raúl Cornejo (Bacri) (Vivir Rodando) y Borja García Tejero. Echamos un vistazo a la cartelera de estrenos y celebramos los 25 años de "Trainspotting", uno de esos clásicos modernos que nos dejó el cine de los 90. Recordamos a dos actores que nos han dejado, el británico Ronald Pickup y el español Enrique San Francisco. En Los viejos gruñones con Daniel Lorenzo, Sr. Finch y Mrs. Muir toca hablar de Yorgos Lanthimos, uno de esos directores que no dejan indiferente, y terminaremos con la actualidad del Cinema Espresso comentando también lo que nos depararon los Globos de Oro de este año. Mary Carmen Rodríguez a los mandos técnicos. ¡Muchas gracias por escucharnos!
El Festival de Berlín ha cubierto el expediente de su edición 2021 de manera virtual y reducida celebrándose sólo a lo largo de los cinco primeros días de Marzo y dejando para el mes de Junio las proyecciones públicas y la entrega de premios de las películas que han competido este año. Además es el primer gran festival que ha estrenado el modelo de unificar las categorías de interpretación y dar dos premios actorales no por género sino por el carácter protagonista o de reparto de ese trabajo. A pesa de que la cinta más aupada por la crítica fue "Petite maman", lo nuevo de Céline Sciamma, una conmovedora historia sobre la pérdida, la amistad y la maternidad que juega con el realismo mágico y con el niño que todos fuimos alguna vez, la película ha quedado fuera de los siempre caprichosos designios del palmarés festivalero. La rumana "Bad luck banging or loony porn"de Radu Jude, sobre una profesora que publica un clip porno amateur y las consecuencias que tiene tanto en ella como en la sociedad que le rodea ya marcada por las mascarillas y la distancia social, se ha alzado con el Oso de Oro a la mejor película. Es la tercera cinta rumana en ganar este galardón tras "Madre e hijo" en 2013 y "Touch me not" en 2018.