Un caluroso viernes de verano fue el día elegido por James Cameron para enseñar a todo el mundo la “patita” de la que se vende como una película revolucionaria en la Historia del cine y nosotros no encontramos mejor manera de pasar el aperitivo vespertino. Si se pasó del cine mudo al sonoro y del blanco y negro al color, ahora con “Avatar” llegamos a la era del 3D, presumiblemente al servicio de la trama, quizás no tanto viendo el avance de 15 minutos de la película que pudimos echarnos al ojo el pasado viernes en algunos cines en los que Fox ha decidido llevar a cabo esta iniciativa. La expectativa levantada es un arma de doble filo para cubrir los 300 millones de presupuesto con los que ha contado Cameron para llevar a cabo un proyecto que acaricia desde 1995 y que provoca su retorno al cine doce años después de convertirse en el rey del mundo con “Titanic”.
15 minutos no dan para mucho pero si que han servido para orientarnos sobre la estética que presenta “Avatar”. En realidad, estamos ante cuatro escenas ampliadas que queda por ver como aparecen engrasadas dentro de la película. Presentadas de manera inconexa hace que nos salte la duda, que esperemos que no se confirme, de que toda esta parafernalia tecnológica simplemente pretende ser un alarde visual dejando a un lado el argumento de la película. Eso si, eran pases gratuitos y tampoco vamos a ponernos muy prejuiciosos hasta que se vea el acabado final.
“Avatar” es una historia de ciencia ficción en la que un ejército de humanos se enfrenta a un ejército alienígena en un planeta lejano. En la lejana luna de Pandora, un héroe reacio, chulesco y en silla de ruedas se embarca en un viaje de redención y descubrimiento, liderando una dura batalla para salvar una civilización para el que tendrá que adoptar la forma de un Avatar para introducirse en la población extraterrestre. El argumento no ofrece nada nuevo bajo el sol, batalla espacial, redención y algo de amor interracial. Pero si esta película entra en la Historia será por su poderío visual.
En las escenas apenas tenemos una presentación de los personajes, seguramente porque se han elegido los momentos más impactantes visualmente. A pesar de ello no se puede sentir más que una decepción en mayor o en menor grado, al gusto del consumidor dependiendo de sus expectativas. Lo que se ve no parece tener ningún viso de revolucionario. Es verdad que el 3D dota de fuerza a toda la malgama creada por Cameron llena de naves y seres alienígenas, pero a pesar de que ellos aparecen dotados de un mayor realismo que anteriores experiencias nunca podrán llegar, ni de lejos, a la expresividad y el alma que pone un actor de carne y hueso. Eso si, no se puede decir que las animaciones no sean impresionantes y técnicamente perfectas con iluminaciones realmente impactantes y con una amplitud infinita que hace que en las escenas de acción tengamos la impresión de estar sentados dentro de la mismísima Pandora, que luce realmente bella con su selvática vegetación.
Por supuesto, estamos ante una película sólo disfrutable en 3D, si no te pones las lentes pertinentes acabarás con un considerable dolor de cabeza, pero que el futuro del cine pase por esta técnica cuesta más de creer. Quizás un tipo de cine si, el de ciencia-ficción lo que sin duda añadirá espectacularidad al producto, pero por lo visto en el avance, “Avatar”, es una mera excusa para innovar y experimentar con la técnica, logrando eso si un acabado mucho mejor que el que lograra Robert Zemeckis en “Polar express” y “Beowulf”, sin terminar de conseguir la expresividad adecuada para empatizar con los seres digitales. De momento, y a la espera de su estreno el 18 de Diciembre, algo muy bueno tiene que tenernos preparados Cameron para que se justifique el aumento del precio en las entradas de esta película sólo por esta bañada con la nueva técnica, más todavía si luego resulta que el 3D sólo ofrece un regodeo visual que no acaba de añadir un valor de calidad justificado al acabado final y cinematográfico de una película.
Este año he ido a salas 3D a ver La Edad de Hielo 3 y UP. Tuve la suerte de ver los 15 minutos de Avatar el otro dia en barcelona y puedo decir que a nivel de 3D jamás había visto nada tan alucinante. Además dejaba entrever una historia muy interesante y unos actores que se creen sus personajes. Espero impaciente al 18 de Diciembre:)
A los 96 años ha muerto el inolvidable y por siempre eterno actor Héctor Alterio. Argentina y España quedaron unidas más allá del charco gracias a su talento y recuerdo en trabajos que demostraron que el cine no entiende de patrias sino de emociones, memoria y dignidad a la hora de tender puentes a través del cine. Como elementos principales tuvo su innegable carisma, una voz llena de matices y una capacidad de que las emociones traspasarán la pantalla a través de una mirada limpia y expresiva. Una larga vida en la que se dedicó hasta el último día al oficio al que tanto amaba y al que contribuyó a elevar a altas cotas siendo merecedor por todo ello del Goya de Honor en 2004.
Hay actores que traspasan lo que es una vida para formar parte de nuestros recuerdos para siempre. Es algo que va más allá de cualquier premio e, incluso, de la propia existencia ya que trascienden por siempre gracias a la pantalla. Es el caso de un Dick Van Dyke que celebra 100 años de vida en vida. Un nombre icónico de la industria del entretenimiento que bien merece del que se hable de él y se le reivindique cuando todavía puede recibir esa gratitud de su público por tantas risas y buenos ratos compartidos. Un rostro muy querido por su vitalidad, ironía y ligereza siendo un torrente de optimismo frente a la adversidad. Se una a una lista de centenarios compuesta por Kirk Douglas, Olivia de Havilland, Bob Hope y Gloria Stuart o las todavía vivas Eva Marie Saint y Lee Grant.
Las primeras páginas del guion literario de esta serie indicaban lo siguiente: "Un amanecer que parece no querer llegar del todo, envuelto en un gris espeso, como si la ciudad estuviera reteniendo el aliento. La cámara avanza lentamente por un polígono industrial casi vacío. El sonido es mínimo: un viento leve, metal vibrando en alguna parte, una puerta mal encajada que golpea a intervalos irregulares. Los edificios que rodean la escena tienen el aspecto típicamente londinense de principios de los ochenta: ladrillo desgastado, cristales empañados, carteles viejos que nadie se preocupa ya en retirar.
No hace tanto tiempo pero ya parece que hace un mundo cuando quien más quien menos presentaba al mundo las 30, 40 o 50 películas destinadas a estar presentes en la carrera al Oscar 2026. El paso del tiempo, la selección natural, el pinchazo de calidad de algunos títulos y cierto ensimismamiento tendente a apoyar a los favoritas de turno, ha desembocado en lo que podría haber sido una carrera entre dos para terminar definiéndose, de manera poco sorprendente a estas alturas, en un paseo militar para Paul Thomas Anderson. La emoción quizá ya no está en la zona alta pero sí reside en películas que pelean por los puestos bajos de mejor película con el fin de que les den al menos la opción de poder decir que han sido nominadas al Oscar. Con las recientes nominaciones de Critics’Choice y Globos de Oro, ¿podemos ya dar por aseguradas al menos a 8 de las 10 futuras nominadas al Oscar?
Este año he ido a salas 3D a ver La Edad de Hielo 3 y UP. Tuve la suerte de ver los 15 minutos de Avatar el otro dia en barcelona y puedo decir que a nivel de 3D jamás había visto nada tan alucinante. Además dejaba entrever una historia muy interesante y unos actores que se creen sus personajes. Espero impaciente al 18 de Diciembre:)
[...] “Avatar” sea la que se va a llevar los parabienes del avance tecnológico y del uso del 3D al servicio de [...]