"A Roma con amor"
La web oficial tiene trailer, argumento, información del reparto y recopilación de las mejores críticas. También puedes escuchar y comprar la música que suena en la película, uno de los atractivos de la cinta.
El argumento: Cuatro historias independientes con un escenario común: la ciudad de Roma. En la primera, un matrimonio americano viaja a Italia para conocer a la familia del prometido de su hija. En la segunda, un italiano es confundido con una estrella de cine. En la tercera, un arquitecto californiano visita Roma con sus amigos, y en la cuarta, unos recién casados se pierden en la capital italiana, a la que han ido a visitar a unos familiares.
Conviene ver: "A Roma con amor" tiene la manida etiqueta de ser una cinta menor dentro de la filmografía de Woody Allen y es la típica postal que hace que muchos se planteen si Woody está en los últimos años haciendo publirreportajes más que películas. Una cinta que juega con la banalidad y el surrealismo de la italianada para homenajear a ese tipo de cine junto a un sinfín de temas y canciones muy reconocibles del país. Podría ser un "Manuale d´amore 4" y de no ser de Allen le habrían llovido más palos. Eso sobre todo se ve en la historia de la fama repentina y la televisión con referencias berlusconianas protagonizada Roberto Benigni con una crítica al periodismo muy facilona y reiterativa, que también se cuenta en la cinta italiana vista y premiada en Cannes “Reality” o en la francesa vista en Venecia “Superstar”, y en el segmento en el que Penélope Cruz como prostituta vuelve a demostrar su carnalidad y sensualidad mediterránea a la vez que un histrionismo algo extremo insinuándose al personaje de Alessandro Tiberi que forma parte de la clásica familia de clase alta llena de hipocresías. Por otro lado, los demás personajes se reservan los tics y temas habituales del cine de Allen que, en esta ocasión, también se pone delante de las cámaras, algo que no ocurría desde “Scoop” en 2006 haciendo pareja con Judy Davis, una de sus habituales en los 90, y dando vida a un experto en ópera bastante hipocondríaco que cree descubrir a un nuevo gran tenor en la figura de su futuro consuegro. Alec Baldwin repite ese papel de galán cómico trasnochado, que va más allá del lenguaje cinematográfico como conciencia espectral y que tan buenos réditos le está reportando últimamente, mientras que Jesse Eisenberg y Ellen Page recuerdan a la pareja que reflejó Allen en “Todo lo demás”. Page está encantadora y Eisenberg se encarga de hacer de neurótico alter-ego del director. Los dos juntos están algo cargantes. Lo más flojo y prescindible es el segmento del matrimonio italiano con ecos a "El jeque blanco" de Fellini. Un liviano esparcimiento neuronal en el que Woody no se ha molestado ni en dejar alguna frase o diálogo para el recuerdo. Entretenida pero irregular en su mensaje, tópica y floja.
Conviene saber: Penélope Cruz repite con Woody Allen tras conseguir el Oscar por “Vicky Cristina Barcelona” en 2009.
La crítica le da un SEIS