"Cari Mora"

En 2016 la BBC publicó un reportaje sobre algo que, en principio, no hubiera debido ser importante: la compra de una casa en una zona rica de la costa de Miami. La mansión fue adquirida por el dueño de una cadena de restaurantes y su pareja, una reportera ex presentadora de la NBC y ganadora de varios premios Emmy por investigaciones periodísticas. Pagaron 10 millones de dólares para realizar un documental sobre los "misterios" que esconde la casa. En 2016 comenzó la demolición y la BBC dio cuenta de ello.

Título: "Cari Mora"

Autor: Thomas Harris

Editorial: Suma de Letras

La casa de Pablo Escobar en Miami compartía una zona privilegiada con vecinos interesantes, y uno de ellos era el creador del psicópata más sofisticado del siglo pasado. Thomas Harris llevaba décadas sin escribir un nuevo libro y ha elegido la casa destruida para presentarnos a Caridad, colombiana con "los papeles" de inmigrante en el aire.

Harris todavía sigue pensando en el personaje de Hannibal; a veces se pregunta en qué andará metido ahora, pero quería hablar de Miami, la ciudad que alterna con Nueva York. Harris camina hacia los 80 años mientras que Caridad es una treintañera, superviviente de la guerra de la droga y la política en su país, que ha logrado alcanzar Miami gracias a un profesor secuestrado por la guerrilla, al que cuidó durante su encierro. Cari es muy hermosa, a pesar de las cicatrices que serpentean por sus brazos. Es parte de la gente que quería retratar Harris, personas que luchan para salir adelante, que ansían nuevas vidas, totalmente diferentes a las que dejaron atrás.

Así pues la acción se inicia en Miami, en una residencia que fue de Pablo Escobar. Cari ha sido contratada para mantenerla en buen estado, ya que se alquila de vez en cuando para rodajes de publicidad o películas. Pero bajo sus cimientos hay algo oculto, suficiente para que Cari se vea envuelta entre dos grupos de delincuentes que buscan lo escondido. Harris suele decir, en las poquísimas ocasiones en que dice algo, que no inventa nada, que todo está a la vista de quien quiera mirar. En este caso es bastante literal, ya que Harris y su esposa no sólo viven en la misma zona de la acción, sino que el escritor "trabaja" de cooperante en el mismo centro de adopción y rescate animal donde también Cari pasa parte de su tiempo. El escritor visita el centro desde hace 20 años, ha llevado desde ardillas huérfanas hasta un ibis herido, además de seguir un curso veterinario para curar animales.

¿Y el psicópata? Os preguntareis. Pues no falta, al igual que secuencias perturbadoras, hijas de la locura. Se llama Hans Peter, y es de origen alemán. No os desvelaré el aspecto más repugnante de su desviación, pero está a la altura del resto de psicópatas de Harris.
La edad no le ha erosionado el talento para escribir lo esencial, sin virutas innecesarias para lo que pretende: movernos hacia adelante sin gota de cansancio, hasta alcanzar la última página.

En una entrevista reciente a The New York Times hablaba de su proceso de escritura con estas palabras: «A veces no te queda más remedio que remangarte y meterte en faena hasta el fondo. Hay días en los que vas al despacho y eres el único que comparece, tus personajes no se presentan y te pasas la mañana sentado a solas frente al escritorio, diciéndote que eres tonto de remate. Otros días hay suerte y todo el mundo se presenta al trabajo. En cualquier caso, el escritor debe hacer acto de presencia todos los días. Porque si de pronto brota una idea, te conviene estar en situación de cogerla al vuelo y aplicarla».

Escribir tan "seco" y mantener lo necesario para hacernos "vivir" situaciones, sensaciones y ambientes, es muy difícil; Harris es un maestro en el asunto, lo que le permite un mundo amplio en el mínimo número de páginas. A Cari Mora la demolición de la residencia del narco le ha parecido bien. Seguro. La historia parece quedar cerrada, pero con Harris nunca se puede saber por dónde tirará. Literatura de evasión con bordes dorados. Un lujo.

Carlos López-Tapia