"Sobibor"

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El argumento: El 14 de Octubre de 1943, más de 400 prisioneros dirigidos por el oficial judío soviético Alexánder Pecherski llevaron a cabo un alzamiento en el campo de exterminio de Sobibor. Mataron a 11 guardias de las SS e intentaron capturar una armería. Habiendo fracasado, corrieron en grupo hacia los bosques a través de un campo minado.

No conviene ver: “Sobibor” es una gran superproducción sobre una rebelión en un campo de exterminio durante la II Guerra Mundial pero el empaque y las intenciones no justifica un resultado poco original y plúmbeo. Arquetípica, esquemática y con escenas y situaciones que recuerdan a un gran número de clásicos del subgénero del Holocausto. Y es que este tema tan manido sigue teniendo historias que contar pero en esta ocasión estamos ante un “grandes éxitos” cogiendo el caso real para asemejarlo a otras producciones con mayor fortuna cinematográfica. La revuelta judía del campo de exterminio en 1943 no es un hecho muy conocido (que ya tuvo una película en 1987 en forma de thriller de aventuras llamada "La escapada de Sobibor" con Rutger Hauer y Alan Arkin) pero el director lo dota de convencionalidad, largos planos desesperantes por su cadencia y una explicitud innecesaria que sólo busca el morbo ya que, a estas alturas, no es necesario regodearnos en aniquilaciones en la cámara de gas buscando la reacción más visceral y vomitiva por parte del espectador, más cuando es uno de los episodios bélicos que al menos tuvieron algo de final feliz, ya que, como demostraron cintas como “Shoah” (Lanzmann ya le dedicó un documental ex profeso a este hecho en 2001) o “El hijo de Saúl”, la sugerencia puede ser más impactante, efectiva y clara que querer mostrar la degradación de un cuerpo humano víctima de estos hechos en una cámara de gas y más cuando eso nunca te convierte en mejor película ni muestra al mundo algo que no se sepa.

Conviene saber: Trabajo del director Konstantin Khabenskiy que fue la representante de Rusia para el Oscar 2019 a la mejor película de habla no inglesa.

La crítica le da un CUATRO