¿Qué fue de... Macaulay Culkin?

Querido primo Teo:

Una cinta que no puede faltar durante estas navidades es “Solo en casa” de Chris Columbus. La película fue escrita por John Hughes para el lanzamiento de una nueva estrella infantil, Macaulay Culkin, que durante unos pocos años fue uno de los actores mejor pagados de Hollywood para posteriormente convertirse en uno de los juguetes rotos del mundo del espectáculo.

Macaulay Culkin nació en Nueva York hace 31 años. Es el tercero de los siete hijos nacidos de la unión entre Kit Culkin y Patricia Brentrup. Como cualquier estrella infantil que se precie el pequeño alcanzaría la fama gracias al empeño de su padre, un ex bailarín y actor teatral infantil de poca monta cuyo mayor éxito fue participar como extra en “West Side Story” y que también es el hermano de la actriz Bonnie Bedelia, recordada por su trabajo en “La jungla de cristal”. Cuando el pequeño Macaulay cumplió los tres años fue matriculado en la School of American Ballet y un año después conseguiría debutar en un espectáculo de la Filarmónica de Nueva York. Después llegarían otros trabajos en teatro, televisión, como en la TV movie “The midnight hour” o en la serie “El ecualizador” y el cine, haciendo pequeños papeles en “Amores compartidos” y en “La escalera de Jacob”. Su primer éxito fue la comedia “Solos con nuestro tío” dirigida por John Hughes en donde Macaulay compartía protagonismo con el malogrado John Candy. Tras él pasaría a ser el gran protagonista de la comedia navideña “Solo en casa”. El film se estrenó en el año 1990 y se convirtió en un gran éxito de taquilla llegando a situarse entre las tres películas más taquilleras de la historia, después de “E.T.” y “La guerra de las galaxias”, y Culkin a sus diez años, convertido en la nueva estrella de Hollywood, logró una nominación al Globo de Oro.

El caché de Culkin comenzó a dispararse y por su siguiente película, “Mi chica”, cobró un millón de dólares, superando con creces a los 100.000 de “Solos con nuestro tío” y por “Solo en Casa 2: Perdido en Nueva York” la cifra se quintuplicó. De la noche a la mañana, Macaulay Culkin se convirtió en uno de los personajes más poderosos de Hollywood ya que a su sueldo había que añadirle un porcentaje de beneficios en taquilla y por la venta de objetos relacionados con sus películas. Al mismo tiempo Kit Culkin, por su actitud amenazante, pasó a convertirse en la comidilla de Hollywood y su lista de enemigos en el seno de la industria comenzó a crecer como la espuma. Durante la producción de “Solo en casa 2: Perdido en Nueva York”, Kit Culkin amenazó a la Fox con retirar a su hijo si no le daban el protagonista de “Mi buen hijo” pero esto no fue nada en comparación con lo que sucedió durante la posproducción de “El cascanueces” en donde exigió cambios en el montaje final si no retiraría a su hijo de la promoción del film, tal y como cuenta mi admirado Juan Pando en “Crónica negra de Hollywood”, los numerosos enemigos de Kit Culkin comenzaron a esperar la caída de Macaulay Culkin para vengarse de su padre.

No tuvieron que esperar mucho, en 1993 se estrenó “El cascanueces” una película que costó cerca de 20 millones de dólares y que fue un desastre ya que tan solo recaudó una décima parte en los Estados Unidos. Ese mismo año también se estrenaría “El buen hijo”, en donde Culkin asumía un personaje oscuro y, aunque su recaudación en los Estados Unidos superase los cuarenta millones de dólares, muy por encima de sus 17 millones de presupuesto, no se podía hablar de ella como un gran éxito, los costes del film se dispararon por culpa de las pretensiones de Kit Culkin que también se empeñó en enchufar a su hija Quinn que era consciente de que no podía interpretar una sola línea del guión con coherencia y se tuvo que contratar a alguien para que le diese ánimos por las mañanas. El declive de Macaulay Culkin se evidenció con “El guardián de las palabras”, “Mano a mano con papá” y su carrera se fue definitivamente al traste en la navidad de 1994 con “Niño rico” por la que cobró la friolera suma de ocho millones de dólares y que apenas llegó a cubrir los costes de producción en los Estados Unidos. Pero en aquel momento una bomba estaba a punto de estallar en el seno de la familia Culkin. En el año 1995 sus padres rompían su relación después de veintiún años de vida en común y se inició un largo proceso judicial para determinar quién se quedaba con la custodia de sus siete hijos, sobre todo para ver quién controlaba la fortuna de Macaulay Culkin. Durante veintidós meses se sacaron a la luz todos los trapos sucios de Kit Culkin que fue acusado de maltratar física y psicológicamente a su mujer y a sus hijos, además de ser de naturaleza infiel y de abusar constantemente del alcohol. La custodia fue finalmente para la madre aunque para ese entonces la ex pareja se había quedado prácticamente en la ruina, y la fortuna de Macaulay Culkin pasó a ser controlada por alguien ajeno a su familia.

En el año 1998, cuando Macaulay tenía 17 años, contrajo matrimonio con la actriz Rachel Miner, pero la relación se rompería dos años después. El mundo del cine había quedado totalmente aparcado y Macaulay ocupaba titulares por su azarosa vida. A su prematuro matrimonio había que añadir sus escandalosas juergas, su gusto por determinadas sustancias, la detención en 2004 por posesión de marihuana, el prematuro fallecimiento de dos de sus hermanas, su relación con Michael Jackson (es el padrino de dos de los hijos del rey del pop y fue testigo de la defensa del cantante durante el juicio celebrado en 2005 por abusos sexuales a menores), y como no su largo noviazgo con la actriz Mila Kunis que finalizó el pasado mes de Enero. No vale la pena mencionar que alguien de nuestro bestiario nacional intentó implicarse con él después de una visita a Barcelona. En 2003, nueve años después de “Niño rico”, el actor volvió al cine con la alocada “Party monster” que tuvo muy malas críticas. Desde entonces no ha logrado destacar con ninguno de sus trabajos en el cine como “¡Salvados!” o “Sex and breakfast” y ha intervenido en series como “Will & Grace”, “Kings” y “Robot chicken”.

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Saludos.
Mary Carmen Rodríguez