"Adiós, señor Haffmann"

"Adiós, señor Haffmann"

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El argumento: París, 1942. François Mercier es un hombre corriente que solo aspira a formar una familia con la mujer que ama, Blanche. También es el empleado de un talentoso joyero, el señor Haffmann. Pero ante la ocupación alemana, los dos hombres no tendrán más remedio que concluir un acuerdo cuyas consecuencias, a lo largo de los meses, alterarán el destino de nuestros tres personajes.

Conviene ver: “Adiós, señor Haffmann” es una pulcra y academicista propuesta de un tiempo marcado por la ocupación alemana en Francia en el que incluso la orfebrería tiene un sentido simbólico mostrando todo lo que es capaz el ser humano tanto en el amor como en la guerra. Un juego de ambición, poder y solidaridad en el que vemos las complejidades de una condición humana que se aprovecha del lugar que tiene en cada momento a través de la tragedia relacionada con los condicionantes de los demás; aquí un empleado que ante la condición de judío de su jefe firma con él, ante la propuesta de éste con el fin de poder salir del país, un acuerdo temporal (el traspaso del negocio) que favorece a su familia y que no está dispuesto a perder cuando éste regresa quedando recluido en el sótano estableciéndose una alianza perversa y con consecuencias peligrosas. Una cinta con tensión psicológica en la que no es tan importante el contexto histórico sino los roles de poder que se establecen entre dos hombres en un momento determinado en el que cada uno tiene que jugar con las cartas que posee, incluso aquel que ve corrompida su aparente bondad inocente convertida en patetismo oportunista en un juego de suplantación de oportunidades y de supervivencia no dudando en codearse con comandantes nazis que han hecho desaparecer a vecinos y amigos sólo por el hecho de ser judíos. Un barrio en el que la ocupación de los alemanes hace estragos y que lleva a un hombre a sus abismos personales fruto de su inseguridad, falta de talento, avivada mezquindad y complejo de inferioridad ante el hecho de no poder tener un hijo siendo capaz de cualquier cosa por el hecho de que, a raíz del traspaso de la joyería, para conseguir estatus comienza a ambicionar todo a pesar de que en un momento de su vida pudo vivir sin nada pero, seguramente, más feliz. Daniel Auteuil, Gilles Lellouche y Sara Giraudeau están estupendos formando un triángulo de poder, sumisión e interés manteniendo en alto este thriller que adapta la obra de Jean-Philippe Daguerre y que homenajea el título de "Adiós, muchachos" (1987), el clásico de Louis Malle que se centraba en la misma época hablando del cuestionable colaboracionismo de algunos en época de dominio nazi en Europa.

Conviene saber: La cinta está dirigida por Fred Cayavé, el cual ya ha trabajado con el actor Gilles Lellouche en “Cuenta atrás” (2010), “Los infieles” (2012) y “Mea culpa” (2014).

La crítica le da un SEIS

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