Cine en serie: "Buscando a Alaska", adolescencia en serio

Querido Teo:

Cualquier manifestación cultural del tipo que sea, de la literatura a la pantalla, mide su impacto por una sola cosa: la capacidad de hacernos creer que tiene que ver con nosotros. Ha de dar lo mismo que resulte de otro tiempo, otro lugar u otra situación. La mayoría no tenemos la menor relación con la vida de un instituto norteamericano, salvo lo visto o leído. Pero la salvedad es trascendental cuando nos encontramos con "El guardián entre el centeno" o con esta serie, que considero entre lo mejor de su género que he visto en bastante tiempo. Son adolescentes, son norteamericanos, pero tienen esa cualidad que nos permite un nivel de identificación poco habitual... Siempre que no hayamos perdido del todo al adolescente que fuimos, que sintió confusión y certeza absolutas, que no quiso o no pudo apoyarse en demasiadas facilidades ofrecidas por privilegios heredados.

"Coronel", "Panza" y Alaska viven el último año de instituto en un internado de buen nivel, dos de ellos gracias a sendas becas. Conocemos sus primeros amores con esa intensidad que la madurez puede transformar en sonrisa condescendiente, pero que te elevan al cielo y te estrellan contra el suelo. Nos transmiten esa sensación del momento en que tu familia sanguínea se difumina, y crees saber que has adquirido una nueva, elegida, que te acompañará el resto de tu vida. Estamos ante un trío de transgresores de la mejor especie, tan capaces de una gamberrada del peor gusto como del acto de la mayor generosidad.

Un año después de su publicación, "Buscando a Alaska", uno de los mejores libros de literatura para adolescentes adultos de John Green, ya había vendido millones de ejemplares y fue reconocida por la revista TIME como una de las 100 mejores novelas de la historia de la literatura americana en su género.

Green con su sexta novela, "Bajo la misma estrella", propició el taquillazo del mismo nombre que catapultó a Shailene Woodley y Ansel Elgort, y su tercer libro, "Ciudades de papel", también dio el salto al cine con Cara Delevingne como protagonista.

"Buscando a Alaska" es su primera novela y ha necesitado más de quince años para confirmar la sensibilidad y el "ojo" de un escritor sólido, que sabe tratar con profundidad a los jóvenes, que respeta sus dudas y sus instintos, incluidos los sexuales. En uno de los capítulos, Alaska, enamorada de la literatura, le cuenta a "Panza" que las últimas palabras de Simón Bolívar fueron “¿Cómo saldré de este laberinto?”, que expresa mejor que ninguna otra cosa una sensación vital que resulta fácil entender, a veces desconcertante o dolorosa, muy lejos de las simplicidades de otros sentimientos adolescentes.

Cuando secuencias sencillas, de interpretación fácil para cualquier actor, como anudar una corbata o afeitarse el bigote, transmiten sensaciones profundas, es que estamos ante un buen trabajo de guión. Ocho capítulos que no deseas que acaben, una banda sonora de canciones elegidas con el mejor gusto y un primer capítulo que me queda entre las mejores presentaciones de series vistas en un año de confinamiento en todo el mundo, en que las series han alcanzado su cima de espectadores.

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Carlos López-Tapia