Cine en serie: "Last resort" se retira del servicio activo

Querido Teo:

Parece mentira que sólo hace unos meses todos estuviésemos emocionados con esta nueva serie de intriga bélica, y que ahora le estemos dando el último adiós. Dicen que las desgracias nunca vienen solas, y aunque la despedida de "Fringe" la semana pasada era esperada, no por ello se sintió menos su pérdida. Pero decir adiós a "Last resort" no sólo parece prematuro, sino además injusto si volvemos a ver sus primeros episodios.

Algunas batallas se ganan y otras se pierden, y en este caso las audiencias fueron abandonando poco a poco a la tripulación del submarino Colorado. Sigo opinando que últimamente he visto pocos episodios piloto que me inviten tanto a continuar con una serie, y que tenía potencial para al menos dos temporadas. Los más críticos opinan que hubiese sido mejor planificar una miniserie, con menos episodios y menos tramas paralelas que atar, pero desgraciadamente nos quedaremos siempre con la duda.

Lo bueno de este último episodio es que los guionistas ya sabían que no les quedaba más tiempo para desarrollar la historia, y lo malo es que quedaba mucha historia por contar. Esto hace que el ritmo sea muy acelerado durante todo el episodio, obligando a resolver algunas incógnitas en cuestión de minutos, pero permitiendo que al menos tengamos una conclusión (o algo parecido) a lo que finalmente le sucede al capitán Chaplin y su tripulación.

¿La presencia de los chinos en la isla?. Resuelta, nada que rascar. ¿Dónde se había escondido Anders después de su juicio en la isla?. Ni idea, pero encuentra la manera de volver al submarino. ¿Qué pasa con la conspiración del gobierno?. Parece ser que una dieta rica en plomo soluciona estos problemas. ¿Y con los integrantes del motín?. Que descubren la magia de la recursividad gracias a un motín dentro de su motín. ¿Y con el capitán?. Que las Wayfarer son un buen accesorio para un bombardeo.

El episodio termina con los marines literalmente besando el suelo americano (gran improvisación por parte de Robert Patrick), y con Sam reuniéndose de nuevo con su mujer, no sin antes dejarnos con un obligatorio discurso ante la prensa recordándonos las estupendas cualidades del capitán. Mucho tienen que explicarse esos dos cuando lleguen a casa.

Por si alguien se pregunta hacia dónde podría haberse dirigido la serie, los creadores ya lo han comentado en alguna entrevista. El presidente resultaba estar manipulado por la gente que le rodeaba, principalmente el padre de Kylie, y hubiésemos visto a la propia Kylie entrando en este círculo de poder como una más, abrazando el lado oscuro y actuando en contra del capitán y su comandante, para finalmente tener una crisis de conciencia. En la isla, Marcus se convertiría en el “rey” y, tras conseguir la independencia económica a través de los minerales raros que se encuentran en la isla, asistiríamos a la creación de una nueva nación.

¿Mucho que digerir?. Tal vez ese fuese el problema de “Last resort”, querer aspirar a mucho en un medio cruel como la televisión, que raras veces apuesta por proyectos que no den un resultado inmediato. En cualquier caso, espero que en el futuro haya guionistas con suficientes agallas como para seguir planteando series como ésta, aunque muchas veces nos las corten antes de tiempo.

P.D.: No se me olvida “The following”, la semana que viene toca.

Atentamente.
Profesor Falken