"El cuarto pasajero"

La web oficial.

El argumento: Julián, un divorciado de 50 años con problemas económicos, recurre a una aplicación para compartir su coche con desconocidos y, en especial, con alguien que ya no lo es tanto: Lorena, una joven que viaja a menudo a Madrid. Desde hace meses tiene un asiento fijo en su coche y últimamente también en su corazón. Julián quiere aprovechar el viaje para sincerarse con ella, pero un error a la hora de escoger el resto de los ocupantes incluye a un inquietante pasajero, que provocará un radical cambio en el rumbo de los acontecimientos.

Conviene ver: Con Álex de la Iglesia no hay más que dejarse llevar y pasar un buen rato ya que por muchas interpretaciones filosóficas con las que se quiera ver su cine en realidad no hay más que un efectivo entretenimiento, en su mayoría, que (más veces de lo deseable) va de más a menos durante su metraje. Es algo que se vuelve a cumplir en una cinta con un ritmo en todo lo alto que lo deja todo en el esperpento y el buen hacer de sus actores para esta comedia romántica bañada de road movie en la era del BlaBlaCar. “El cuarto pasajero” es muy divertida y está en todo momento en lo alto jugando con situaciones muy reconocibles que favorecen la empatía y la conexión con el público que si bien sentía propio el terror de que tu pareja o tus amigos vieran tus mensajes de móvil (en “Perfectos desconocidos”) aquí nos lleva a esa aleatoriedad viajera en la que podemos encontrarnos desde gente con la que se conecta desde el minuto hasta personajes estrambóticos y plomos. Comedia pura y dura con triángulo amoroso y un buen número de momentos que van directos a agradar al público. Estupendo Alberto San Juan como si fuera un Cary Grant atribulado en el que, además de percha, tiene que saber encajar los golpes propios de cuando a uno todo parece salirle mal al igual que un Ernesto Alterio que se encuentra en su salsa y que es el rey de la parte más cómica de la cinta con un personaje patoso, desternillante y liante. El coche se completa con Blanca Suárez (objeto romántico del protagonista) y Rubén Cortada pero, por supuesto, no sería una película de Álex de la Iglesia sin algunos de sus característicos secundarios como Carlos Areces, Jaime Ordóñez o Enrique Villén. Para disfrutar y desconectar.

Conviene saber: Álex de la Iglesia sigue jugando con una serie de personajes en un escenario cerrado como en el estudio de grabación televisivo de "Mi gran noche" (2015), el establecimiento de "El bar" (2017), un piso durante una cena de amigos de "Perfectos desconocidos" (2017) o los alrededores de los canales carnavaleros de "Veneciafrenia" (2021).

La crítica le da un SEIS