"Milli Vanilli: Girl you know it’s true"

La web oficial.

El argumento: Milli Vanilli, el dúo formado por el alemán Rob Pilatus y el francés Fab Morvan, se convirtió en un fenómeno musical a finales de los 80 y principios de los 90. Con canciones enormemente populares, arrasaron en las listas de éxitos de todo el mundo. Fab y Rob parecían tener una gran carrera por delante, hasta que la verdad fue revelada: no eran ellos quienes cantaban sus canciones. Lo que siguió fue uno de los mayores escándalos en la historia de la música. Su ascenso meteórico a la fama acabó siendo eclipsado por su devastadora caída.

Conviene ver: “Milli Vanilli: Girl you know it’s true” trata el auge y caída de uno de los grupos más populares de hace casi cuatro décadas. Un melodrama que se centra en el fenómeno en clave de biopic musical, con todas las claves del subgénero, radicando su interés en los claroscuros y tejemanejes de la industria musical que maneja peones, construye éxitos y derriba pedestales son suma facilidad. Los Milli Vanilli sustentaron su fama en pegadizas canciones y en una presencia rutilante hasta que se descubrió el fraude de que no eran ellos los que ponían voz a las canciones siendo unos bailarines y coreógrafos que de la gloria pasaron a ser juguetes rotos y caer en el olvido para las nuevas generaciones en una espiral de engaños, adicciones y oscurantismo promovida por un productor musical, Frank Farian (Matthias Schweighöfer), egoísta y ambicioso, que también creó a Boney M., y por la oleada de insaciables fans ante los que ya no se podía dar marcha atrás en una huida hacia adelante en la que eran las mayores estrellas del planeta porque dieron al público lo que quería. Tijan Njie y Elan Ben Ali resuelven muy bien el reto de interpretar a los artistas, encargados de ser fachada entre trenzas, ropa hortera y movimientos de cadera, en este fresco de ilusiones raídas por la fama y la industria sin esconder las miserias del mundillo pero sin renunciar a ponerlos como ídolos de discotecas y pistas de baile que no fueron más que víctimas del sistema aunque en su momento cumbre se beneficiaran de ello rodeados de mujeres, dinero y coches caros. Un título que se adentra en el escándalo que hubo detrás del éxito con nervio y soltura, una engañifa en playback a gran escala, arrojando un mensaje de pertinencia en época de “fake news” y filtros de Instagram en el que se prima que la verdad no te arruine o una buena historia o una atractiva imagen porque, en ocasiones, el propio éxito nos lleva a querer creer lo que no es e incluso mirar a otro lado cuando no nos interesa. Una buena historia llevada con acierto y tino sin recurrir a la hagiografía y que al contar con los derechos de las canciones termina siendo un ejercicio de nostalgia hacía una época sustentada en cierta inocencia.

Conviene saber: La cinta está dirigida y escrita por Simon Verhoeven.

La crítica le da un SEIS