"Minions: El origen de Gru"

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El argumento: Son los años 70 y Gru crece en un barrio residencial, en pleno boom de los peinados cardados y los pantalones de campana. Como fan incondicional de un famoso supergrupo de villanos, “Los salvajes seis”, Gru idea un plan para demostrarles que es lo suficientemente malvado como para trabajar con ellos. Por suerte, cuenta con la ayuda de sus fieles seguidores, los Minions, siempre dispuestos a sembrar el caos. Juntos, Kevin, Stuart, Bob, y Otto, un nuevo Minion con aparato en los dientes y desesperado por sentirse aceptado, desplegarán su potencial para construir junto a Gru su primera guarida, experimentar con sus primeras armas y llevar a cabo sus primeras misiones.

No conviene ver: “Minions: El origen de Gru” es una cinta animada vistosa que va para los críos y que tiene la capacidad de ser soportable para los padres aunque, por momentos, estos personajes que (tienen menos gracia de la que se creen) pueden terminar empachando. La franquicia ya no sabe que hacer y ahora viaja al pasado para llevarnos al origen de Gru, el villano del que partió todo, al que conocimos hace unos años, y que en realidad no era tan fiero como lo pintaban e incluso ha tenido su episodio de redención. Ahora es un crío (y tiene pelo) solitario, con una madre que no repara, y que antes de vivir como un desencantado del mundo quiere conquistarlo su maldad en unos años 70 marcados por la música disco y una estética muy característica. Gru es un personaje empático, a pesar de todo, y a pesar de que él no estaría orgulloso de ello consigue mantener la ternura de un personaje que es malo porque un mundo en el que se siente incomprendido le ha hecho así y que sólo quiere ser aceptado por aquellos a los que idolatra. Entretenido vacuo con mucho color y canciones pero muy poca consistencia. La fórmula, sin duda, no da para más.

Conviene saber: Illumination Entertainment sigue explotando a los personajes más reconocibles de su catálogo en esta secuela de "Los Minions" (2015).

La crítica le da un CUATRO