"Niki"

La web oficial

El argumento: Niki de Saint-Phalle es modelo y aspira a ser actriz. Está casada y tiene una hija de dos años. La familia abandona Estados Unidos durante la dura época de McCarthy y viajan a Francia, donde se sienten brevemente eufóricos.

Conviene ver: "Niki", debut como directora de Céline Sallette, se presenta como un retrato profundo y fragmentario de la artista francesa Niki de Saint-Phalle, centrado en los primeros años de su vida y en la génesis de su creatividad. Lejos de la biografía convencional o de la exaltación de sus obras icónicas, la película explora cómo el trauma, especialmente los abusos infantiles y la represión de la época, se convierte en fuerza motriz del arte. Sallette muestra que la creación no surge en un espacio limpio, sino en un terreno de dolor, lucha y reconstrucción del yo, donde cuerpo y materia se articulan como canales de supervivencia y expresión. Narrativamente, el film adopta un enfoque fragmentario, alternando recuerdos, presente y episodios episódicos, para reflejar cómo la memoria traumática se organiza de manera no lineal. La interpretación de Charlotte Le Bon aporta profundidad al retrato: su Niki es simultáneamente vulnerable y decidida, y transmite la tensión entre fragilidad y resistencia mediante gestos, miradas y actos creativos, más que a través de diálogos explícitos. Los personajes que la rodean (el escritor Harry Mathews, el pintor Jean Tinguely y la pintora Eva Aeppli) funcionan como espejos o apoyos emocionales que permiten vislumbrar distintos modos de habitar la vida y el arte frente al dolor. Visualmente, "Niki" recurre a estrategias expresivas como pantallas divididas, encuadres inusuales y un énfasis en la materialidad de la creación: collages, objetos reciclados y experimentación con materiales que reflejan el proceso de transformación de la herida en obra. El vestuario y la música complementan este enfoque, convirtiéndose en prolongaciones de la psicología de la protagonista y reforzando la tensión entre vulnerabilidad, fuerza creativa y necesidad de reconstrucción. La película se puede leer como un estudio sobre la relación entre trauma, identidad y creatividad. Sallette plantea que la energía destructiva del pasado no se elimina, sino que se canaliza en gestos estéticos que transforman la fragmentación interna en lenguaje artístico. La cinta también dialoga con debates contemporáneos sobre violencia de género y memoria histórica, evitando el espectáculo del dolor para centrarse en la urgencia y la fortaleza que nacen del proceso creativo. Pese a ciertos excesos estilísticos que a veces generan distancia, "Niki" logra un equilibrio entre forma y contenido, ofreciendo un retrato coherente y emocionalmente potente de la construcción de la artista. La obra convierte la introspección y la creación en actos de resistencia, y muestra que la verdadera monumentalidad de Niki de Saint-Phalle reside en cómo transformó la herida en lenguaje y color.

Conviene saber: El debut de Céline Sallette participó en la sección Una cierta mirada del Festival de Cannes 2024. 

La crítica le da un SEIS