"Regreso a casa"
La web oficial.
El argumento: El preso político Lu Yanshi es liberado cuando termina la Revolución cultural. Cuando regresa a casa, descubre que su esposa sufre de amnesia; no lo reconoce y continúa esperando el retorno de su esposo sin darse cuenta de que está a su lado.
Conviene ver: "Regreso a casa" es una de esas historias de amor en tiempos revueltos con toque de lirismo y elegancia propia del cine oriental y en la que el realizador Zhang Yimou parece ofrecer aquí una historia más humana más cercana a su cine de los 90, alejándose del artificio y exceso visual que dominaron sus trabajos posteriores. Una película íntima y sensible que supone cierta vuelta a los orígenes dándole todo el protagonismo a su musa y ex pareja, Gong Li, renunciando a toda belleza como imagen del amor atemporal. Un disidente político y su vuelta a casa teniendo que lidiar con el drama de la pérdida de memoria de su esposa y una hija que no tiene esa referencia paterna. Un melodrama sutil y elegante con emoción a flor de piel sirviendo también para contar la historia de un país marcada por los aires revolucionarios y la melancolía de una generación perdida y separada por los vaivenes políticos y culturales representados aquí por una pérdida de memoria que acrecienta todavía más la sensación de regreso amargo y frustrado, así como de oportunidad perdida de haber aprovechado el tiempo en lugar de las diatribas sociales de un país que ha sacrificado el amor y la identidad de los suyos forzando a pasar página y caer en los abismos del olvido. Gran contención y carga emocional que se mueve entre la expectativa continua del reencuentro por parte de ella y la frustración de él por intentarla hacerla recordar. Un destino al que parecen condenados por siempre y que Yimou resuelve con una pasmosa y meritoria sobriedad y lirismo. Una cinta de la que Spielberg estaría orgulloso de hacer un remake y que en algunos momentos recuerda a "El diario de Noa".
Conviene saber: Presentada en el Festival de Cannes 2014 y segundo reencuentro del tándem Yimou/Li tras reencontrarse en “La maldición de la flor dorada” en 2006.
La crítica le da un SIETE