"Suburra"

La web oficial.

El argumento: Una Roma repleta de políticos, malhechores, figuras de las instituciones, eclesiásticos y mafiosos que, en lugar de verse perjudicados por los escándalos de corrupción, aumentan su poder de manera exponencial: “una gangster movie que refleja el final de una era, de un mundo político y un mundo criminal que se está convirtiendo en otra cosa, aún no sabemos bien qué, y que, por tanto, se agita dejando a su paso restos de sangre a la espera de una especie de nuevo orden”, en palabras del director. Un gran proyecto inmobiliario que inundará de cemento la periferia de la ciudad sirve de trasfondo para relatar la historia de un político y el hijo de un constructor sin escrúpulos.

Conviene ver: “Suburra” es una cinta que se adentra en esa idiosincrasia italiana potenciada por el cine y la literatura (y también la realidad de su política) de mafia, gangsters y corrupciones inmobiliarias en unos días de dudas para un Benedicto XVI a punto de marcar fecha para su fin de papado o por un Berlusconi despojado del poder. Una Roma tan caótica, mundana y derruida como la de “La gran belleza” hecha a imagen y semejanza de unos pocos que se mueven como nadie entre sus cloacas, alejándose de la postal turística. Una cinta muy bien rodada, con un vigoroso montaje que no desmerece a cualquier thriller USA y que nos introduce en una Italia subyugante de bajos fondos. Violencia seca y pulcra con unos personajes de baja moral; un joven mafioso que quiere transformar Ostia en la ciudad del juego frente a la oposición de un grupo de gitanos, así como el derrumbe y huida hacia delante de un político corrupto. El cine italiano cada vez está más comprometido social y políticamente a la hora de reflejar su realidad más desconocida y este trabajo es una buena muestra de ello. Y lo más interesante (y preocupante) es las analogías que podemos hacer de esta película sobre la realidad de nuestro país.

Conviene saber: El creador de las series televisivas “Roma criminal” (2008) y “Gomorra” (2014), Stefano Sollima, dirige esta cinta nominada a 5 premios David di Donatello en 2016.

La crítica le da un SIETE