Los miércoles del mes de Junio están dedicados en Canal + a la figura de Sadam Hussein, que ahora es protagonista de una miniserie de cuatro capítulos que viene tutelada por BBC y HBO, gente que sabe lo que se hace en esto de la producción televisiva. "House of Saddam" se adentra en el seno de la familia del dictador iraquí desde su llegada al poder hasta su derrocamiento en 2003. Todos fuimos testigos de cómo la estatua caída de Sadam representaba la caída de un régimen a manos de las tropas usamericanas pero su figura real sigue siendo desconocida.
“House of Saddam” podría ser un “Los Soprano” (versión Irak) porque la presencia megalómana y carismática para los suyos de Sadam puede ser equiparable a la de Tony Soprano para la clásica serie de HBO. Eso sí, aquí no se escatima en mostrar la maldad y tiranía del patriarca de Oriente y de toda una familia que tuvo que huir de su país ante el anuncio televisivo de declaración de guerra por parte del presidente George W. Bush. Precisamente es en este punto en el que comienza la serie, Sadam despidiéndose de su familia con el propósito de no ser capturado, para posteriormente pasar a contarnos de una manera muy documental la historia de esta familia desde el alzamiento de 1979 pasando por las continuas guerras y luchas por el petróleo, así como la guerra de Kuwait y el final con las tropas usamericanas tomando Bagdad mientras el cielo centelleaba fuego, disparos y misiles.
Un comienzo de producción realmente brillante que nos retrotrae al que Coppola ya diseñara para “El padrino”, porque en “House of Saddam” es fundamental el valor de la familia como gran dinastía y como gran organización empresarial en la que todos tienen una función tejida por el “pater familias”, que de una purga de disidentes puede pasar a una estampa familiar celebrando el cumpleaños de una de sus hijas.
Y hablamos de familia porque, aunque en torno de Sadam gire toda la producción, se centra en la política justa y necesaria para que comprendamos la situación de Irak en las últimas décadas a cargo del dictador, pero lo más interesante es ese lado humano de todos los personajes. Desde los babosos seguidores, los hijos traidores y las amantes que Sadam no escatima en pasar por los morros de su resignada (y maquiavélica) mujer, interpretada por la actriz de origen iraní Shohreh Aghdashloo, nominada al Oscar por “Casa de arena y niebla”
Sorprende, eso si, la recreación de una producción que no se basa en ningún material con lo que a pesar de su fidelidad histórica y su cuidada producción (con una estupenda puesta de sol sobre el Tigris, por ejemplo), algunas de las situaciones no dejan de ser retazos y presunciones de una familia muy desconocida y de la que cuesta creer que todo lo que estamos viendo es 100% real. Sin duda, está muy cercano a la realidad pero esa mitificación de la familia ante el televisor tomando la decisión de huir de Irak, o algunas de las personalidades de los vástagos de Sadam, son frutos de la necesidad de hacer cinematográfico el producto.
Un personaje de claroscuros que sonríe a los niños y es hijo amantísimo de su madre, mientras no duda en matar a su mejor amigo con el fin de hacerse más fuerte para sus enemigos porque según él: “El hombre que es capaz de sacrificar a su mejor amigo es un hombre sin flaqueza”. La personalidad de todo un tirano que a lo Vito Corleone, y como vemos en la primera escena, tiene bien claro que nadie le va a obligar a arrodillarse. No es la primera vez que hemos visto esta personalidad en figuras demoniacas que convierten su estructura familiar en un tejido inaccesible para los demás. Sadam y su familia todo este mes en Canal +. Un cachito de historia y, también, como un hombre sin familia no puede ser un hombre como bien malentendían los Corleone dentro de su esquema de poder, dominio y vileza.
Uno de los comienzos más poderosos de las series recientes: un hombre se quema a lo bonzo ante las puertas de una fábrica de acero en una ciudad portuaria británica. A lo largo de cuatro capítulos veremos las consecuencias de un suicidio que resume la desesperación ante un golpe definitivo para una comunidad en decadencia, al límite de la resistencia pacífica. La pequeña ciudad portuaria vive a la sombra de una de las últimas fábricas de la zona, una acería que se ha convertido en un símbolo para las familias, tres generaciones de trabajadores.
La 76ª edición de los Emmy vive un año marcado por las consecuencias de la huelga del año pasado (que ha afectado sobremanera a la producción y a los estrenos televisivos) y también a la ceremonia anterior fijada para septiembre de 2023 que tuvo que retrasarse a enero de 2024. Este año se vuelve a los tiempos habituales con sede vacante en la categoría de drama (tras los dos triunfos consecutivos de "Succession") siendo "The crown" (Netflix) la única de todas las nominadas que ha sido previamente nominada (y también ganadora en 2021). No lo tendrá fácil con la vigorosa propuesta ambientada en el Japón feudal "Shôgun" (FX) que es la más nominada de esta cosecha con 25 nominaciones. En comedia nadie duda que "The bear" (FX) revalidará el triunfo del año pasado viniendo avalada con las 23 nominaciones que le hacen ser la comedia más nominada de todos los tiempos superando las 22 de "Rockefeller Plaza" en 2009. En serie limitada o telefilm el fenómeno y la conversación en redes desatada por "Mi reno de peluche" (Netflix) le hace ser favorita frente a la solidez de la quinta entrega de "Fargo" (FX). El 15 de septiembre saldremos de dudas en la ceremonia a celebrar en el Peacock Theater de Los Ángeles y que será retransmitida por la ABC.
En 1967 el fundador del partido Panteras Negras fue detenido por un policía, se produjo un enfrentamiento y ambos hombres resultaron heridos por balas, pero el policía murió y el líder negro fue acusado y condenado por homicidio involuntario. La condena fue anulada tres años más tarde y Huey Newton se convirtió en un ídolo nacional, un icono de la cultura negra estadounidense y de los raperos más combativos, como Tupac Shakur y Dead Prez.
Con su triunfo en los Globos de Oro, los Critics'Choice, los Emmy y el Gremio de Actores (SAG) se pone la rubrica al recorrido triunfal de una de esas series que ha entrado en el olimpo sin necesidad de que pase más tiempo para ello. "Succession" ha sido una de las series de nuestro tiempo que desde luego ocupa un lugar de honor en el panorama televisivo de la llamada nueva edad de oro junto a “El ala oeste de la Casa Blanca”, “A dos metros bajo tierra”, “Mad Men”, “Breaking bad” o “Juego de tronos”. Tras hablar de sus dos primeras temporadas (con un uso del “cliffhanger” épico) es el momento de despedirla con todos los honores aunque sea un año después de su final. Sí, es que la seguimos echando de menos.