Se habla de ella como una "comedia sobre nada", 9 años de emisión, 180 episodios y "la mayor cantidad de dinero rechazada" según el Guinness, cuando no aceptaron la oferta de 5 millones de dólares (por episodio) para seguir con la serie... Esos son algunos de los números y datos que deja "Seinfeld", una de las series por antonomasia de los 90 y una de las sitcoms míticas de la Historia televisiva. Tanto que en 2002 TV Guide lanzó un listado de los cincuenta mejores series televisivas de todos los tiempos, donde “Seinfeld” ocupó el primer lugar. En el 2004, la cadena de televisión E! colocó a la serie en el primer lugar del listado "101 razones por las cuales los años 90 fueron grandiosos". Ahora el equipo vuelve a reunirse de nuevo.
En esta foto Jerry Seinfeld y sus colegas George, Kramer y Elaine (Jason Alexander, Michael Richards y Julia Louis-Dreyfus), posan con Larry David, el hombre que les vuelve a reunir once años después. Es la prueba de la noticia de que el elenco de "Seinfeld" saldrá en los cinco episodios finales de la séptima temporada de "Curb your enthusiasm", la serie creada y protagonizada por Larry David que consiguió el Globo de Oro a la mejor serie de comedia en 2003. La idea de David y Jerry Seinfeld, los dos artífices de la mítica serie de los noventa, es que se vea parte del rodaje de un falso episodio de "Seinfeld" dentro de la historia de la actual serie. No se verá el episodio entero, se verán momentos de los ensayos, del rodaje, y de cómo les va actualmente a estos personajes de los que los espectadores guardan tan buenos recuerdos.
“Seinfeld” nació como un conjunto de experiencias autobiográficas de Jerry Seinfeld y Larry David. Éste último, que dentro de muy poco será más conocido por nosotros por ser el protagonista de la nueva película de Woody Allen, incluso tenía un vecino excéntrico en el que se basó uno de los personajes más apreciados de la serie como es el entrometido Cosmo Kramer. Ahora, y después de que Seinfeld rechazara una oferta millonaria de la NBC para continuar con la serie después de nueve temporadas, el cómico vuelve a reunir al equipo que tanto nos hizo reír en su momento. HBO, canal que emite la serie de Larry David, se ha marcado un buen tanto porque el estreno de la nueva temporada de “Curb your enthusiasm”, que llegará a USA el 20 de Septiembre, ha logrado una de las novedades más jugosas y esperadas para los fans de “Seinfeld”.
La serie nos planta en un instituto público de Austin, en Texas, y decide que lo más honesto que puede hacer con el sistema educativo de Estados Unidos a estas alturas es tratarlo como lo que es: una comedia negra en la que los adultos se pasan el día hablando de principios mientras los alumnos hablan de culos, condones y videojuegos. Si las metáforas se hicieran realidad, las farmacias de Austin habrían agotado las existencias de medicamentos contra la urticaria para todos los conservadores que acusan a esta serie de obscena, adoctrinadora o, peor aún, de retratar con demasiada precisión cómo suena un instituto real cuando la puerta del aula se cierra. "English teacher" es ferozmente política sin parecer un panfleto, y profundamente "queer" sin parecer un folleto de sensibilización, lo que en el clima cultural actual ya es casi un milagro.
El thriller que mezcla lujo, manipulación y una venganza silenciosa, empieza mucho antes de que aparezca el protagonista. Empieza en esa lista mental que haría cualquier policía especializado en infiltraciones familiares. Uno, nadie se integra tan rápido en una casa sin querer algo a cambio. Dos, quien escucha demasiado y habla poco está tomando nota. Tres, el que resuelve en una semana todos los problemas que la familia lleva años arrastrando no es un ángel, es un estratega. Cuatro, si el recién llegado siempre está cerca cuando estalla un pequeño incendio doméstico, no es casualidad. Cinco, cuando alguien nuevo te hace sentir culpable por desconfiar, es justo cuando deberías desconfiar el doble. Con esa lista en la cabeza se ve de otra manera "Malicia", porque de eso va todo: de la forma en que una persona convierte el afecto y la confianza de una familia en arma de destrucción lenta.
No es improbable que en el altillo de alguna casa actual quede una caja con algo de otra época. Podría ser un viejo corsé de ballena. No una imitación, sino uno auténtico, hecho con barbas extraídas del paladar de un cetáceo. De esas piezas se fabricaban cientos de miles cada año en el siglo XIX. Una sola ballena podía dar material para más de 300 corsés, además de látigos para cocheros, varillas de paraguas y varas de sombrilla. Aquella industria llenaba los escaparates de Londres y París con un lujo sostenido por uno de los trabajos más duros del planeta. Hoy, en cambio, pagamos fortunas para ver ballenas vivas: un viaje de avistamiento en Baja California, México, puede costar entre 2.000 y 3.500 euros por persona, con alojamiento y guía incluidos. El turismo paga por perseguir lo que antes se mataba. "La sangre helada", la serie dirigida por Andrew Haigh y basada en la novela de Ian McGuire, vuelve a las plataformas para activar esa paradoja.
En Estados Unidos los abogados son una especie aparte. Un gremio con más representantes por metro cuadrado que médicos, curas y psicólogos juntos. Son, de hecho, el segundo grupo profesional más detestado del país, justo detrás de los políticos, y eso dice mucho. Shakespeare ya lo vio venir en "Enrique VI", cuando el carnicero Dick decía: “Lo primero que hay que hacer es matar a todos los abogados”. Era más que una ocurrencia violenta aplaudida por el público: si uno quiere eliminar la corrupción, tiene que empezar por los que la redactan en lenguaje legal y esos son los juristas al servicio de partidos o de dictadores.