
"Trainspotting", un chute rebelde y rompedor
Querido Teo:
Hay películas que marcan una época y “Trainspotting” surgió como todo un revulsivo demostrando que la realidad de la calle merecía su espacio más allá de los dramas académicos británicos o el cine social de turno. Una juventud perdida, desesperanzada y adicta en esta especie de “La naranja mecánica” de los 90 ambientada en los bajos fondos de Edimburgo en el que la violencia se sustituye por chutes de heroína y dinero sucio. Danny Boyle dio un puñetazo en la mesa con la adaptación de la obra de Irvine Welsh, un escocés que vivió la explosión punk de los 70, y da la impresión de que el director todavía hoy vive de la rentas del éxito. “Trainspotting” cumple 25 años.