Giulietta Masina

Giulietta Masina, generadora de empatía

Giulietta Masina, generadora de empatía

Querido primo Teo:

A lo largo de sus 125 años de historia el mundo del cine ha conocido a un buen ramillete de rostros pluscuamperfectos y dotados para la tragedia que se ganaban la adoración del público. Fueron los casos de Lillian Gish, Janet Gaynor, Greta Garbo, Ingrid Bergman o de las contemporáneas Kate Winslet y Marion Cotillard que más gozosas nos han resultado cuanto mayor es el pozo en el que son sumergidas. El público siempre ha sentido debilidad por el sufrimiento de la gente guapa y no tan impecablemente peinada como Lana Turner. El secreto del éxito de Giulietta Masina fue diferente, lo suyo no era la suma de fotogenia y talento sino su portentosa capacidad para generar la empatía del espectador. Era imposible que el público no quisiese que a Gelsomina y Cabiria les fuera bien en sus vidas. Por eso, y por su gran expresividad, fue considerada la Chaplin femenina. Su marido Federico Fellini la llamaba "lo sppipolo", refiriéndose a su figura menuda y su capacidad para inspirar ternura. Él supo explotar las cualidades de la actriz regalándole los mejores personajes femeninos de su filmografía y que representaban generalmente a la víctima de la brutalidad masculina. La Masina, actriz excepcional, musa y compañera de Federico Fellini hubiera cumplido hoy 100 años.